Níjar

El grupo motor juvenil ‘Haz Piña’, la última iniciativa de Cepaim en Níjar

  • Surgió el pasado agosto por impulso de esta Fundación en la barriada de San Isidro,

El grupo motor juvenil “Haz Piña” de la Fundación Cepaim, para la convivencia y cohesión social, ha sido el último en incorporarse a mundo del asociacionismo en la comarca de ijar y ha surgido “ante la falta de espacios de encuentro juvenil en el territorio vecinal San Isidro”, según informan en su web. Esta barriada es la segunda en población del municipio con 7.549 personas en 2019.

Para dar respuesta a esta necesidad detectada por los/as propios/as jóvenes, se crea el grupo motor “como punto de encuentro para la población juvenil con ganas de organizarse y transformar su territorio, compartir intereses y encontrar un espacio referente para formarse como líderes y lideresas del cambio social”, comentan en su exposición de motivos de su creación.

El grupo motor se reúne semanalmente y sus miembros pertenecen a diferentes nacionalidades y edades. Plantea sesiones temáticas donde trabajar cuestiones relativas al territorio y otras temáticas planteadas por sus participantes”. A saber, son motivo de análisis el diagnóstico de necesidades del territorio; diversidad sexo-afectiva; relaciones sanas; violencia de género y autoestima, entre otras material.

Sus componentes comenzaron a reunirse el pasado 11 de agosto. Desde entonces, lo han hecho en cinco ocasiones. “La participación fluctúa mucho y es desigual. Hay personas que participan de manera regular y otras que no tanto. En total, han participado 11 personas, entre 5 chicas y 6 chicos, de edades comprendidas entre 16 y 21 años” destapan.

Durante estas reuniones se ha trabajado con el grupo la percepción del territorio; diversidad sexo-afectiva; relaciones sanas; cohesión grupal y el taller de auto concepto a través del baile en el que participaron cinco personas, chicos y chicas, entre 18 y 21 años. 

“La herramienta de trabajo, en esa ocasión, fue la música urbana que, a través de la danza terapia, nos ayudó a favorecer la expresión corporal y las emociones, a explorar la relación con el yo y del yo con los otros entendiendo la danza como herramienta de transformación social” recuerdan en su red social.

En las próximas sesiones, este grupo tiene programado trabajar la “ violencia de género, escritura creativa orientada a la creación musical y experiencias de auto organización frente al racismo y la xenofobia”. adelantan en su web.

De todas las personas participantes, ninguna cuenta con experiencia de participación social de este tipo o de otro, “debido a la falta de tejido asociativo y espacios para la juventud en el territorio, así como la escasa cultura de la participación y más aún juvenil”, descubren.

Se trata de jóvenes de nacionalidad marroquí, la mayoría nacidos en Marruecos que ha crecido entre la cultura familiar (marroquí) y la de su entorno (española), aunque también acuden personas recién llegadas por costas, invitados por otros miembros del grupo”, destapan. Su principal reto es “su consolidación, dada la amplia fluctuación en la participación, así como la ampliación de participantes dentro de los límites marcados por las medidas sanitarias”, señalan.

Así, tienen previsto seguir reuniéndose con el objetivo “de consolidarse como grupo, trabajar en la formación de los y las jóvenes en materias sociales y trabajar en la cultura de la participación para favorecer su inclusión en otros espacios comunitarios (por ejemplo, la mesa comunitaria de la convivencia) desde una perspectiva juvenil actuando como agentes de cambio en su territorio”, comentan.

Esta actividad se enmarca dentro del proyecto “Comunidad Intercultural. Programa de promoción de la convivencia e intervención comunitaria intercultural en barrios de alta diversidad”, financiado por el Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social y el Fondo de Asilo, Migraciones, Migraciones e Integración de la Unión Europea.

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