El pasado de Rodalquilar está asociado al alumbre y al oro. El primero, hasta el siglo XIX, tuvo una gran importancia, especialmente para la industria textil (fijación de tinte). En 1511, entran en producción los yacimientos y fábrica de alumbres de Rodalquilar y en 1520 cesa.

El descubrimiento de oro, en 1883, en la mina ‘Las Niñas’ , situada en el barranco de El Lobo, a menos de un kilómetro de Rodalquilar, desató la fiebre en España por este metal amarillo. Rodalquilar fue un filón entre 1933 y 1966 cuando el Instituto Nacional de Industria INI cerró las minas de oro que poseía en el pueblo.

El cierre se produjo por la falta de rentabilidad económica. Se calcula que, para la fecha de su cierre debía haber una concentración de unos 7 gramos de oro por tonelada de roca extraída para que una mina de oro fuera económicamente viable, pero tan sólo se estuvo extrayendo cinco gramos por tonelada. Se estiman unas reservas de unas tres toneladas de este metal precioso.

El inicio de la actividad minera provocó un aumento de la población. En 1933 Rodalquilar contaba con millar de habitantes y pasó en 1960 a ser el segundo núcleo de la población en el término municipal de Níjar, con 1.345 habitantes. Sin embargo, al cierre de las minas pasó a tener tan solo 79 habitantes, en 1986.

Según los datos publicados por el INE a 1 de Enero de 2019, el numero de habitantes en Rodalquilar fue de 171, sólo 3 menos que en 2018, entre 96 hombres y 75 mujeres. Su realidad actual está ligada al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, fundado en 1987, y el turismo que recala atraído por la bondad de su clima y la belleza de sus paisajes o la playa de El Playazo.

La estética de esta pedanía muda cada año desde hace un lustro. El cambio se lo debe a Rodalquilarte, Se trata de una exposición colectiva compuesta de lonas con imágenes de obras de arte impresas que artistas instalan en las fachadas de su calle principal.

En un paisaje semidesértico, el singular Jardín Botánico El Albardinal, que gestiona la Junta de Andalucía, es el otro motivo de sorpresa de esta pequeña pero muy creativa pedanía nijareña que vivió la versión española del ‘Far West’ americano con la explotación del oro.