El empadronamiento es" la llave que abre la puerta a la titularidad efectiva de derechos y acceso a servicios y políticas públicas”, según valora la Federación Andalucía Acoge, y su entidad federada Almería Acoge, en su informe: “Asentamientos 2022 y consecuencias de la discriminación en los asentamientos en la Comarca de Níjar‘, que presentó ayer en la Universidad de Almería.

Andalucía Acoge abunda sobre el tema del empadronamiento y su informe descubre que “sólo un 26,9% de las personas entrevistadas manifiesta poseer empadronamiento. Prácticamente la totalidad lo ha conseguido de manera irregular, ya sea pagando por él o porque tienen el empadronamiento en otras localidades o provincias”. Esta situación a su juicio, es “especialmente injusta, teniendo en cuenta que sólo depende de la voluntad política y los Ayuntamientos tienen la obligación de aplicar la normativa”.

El trabajo de campo para la redacción de este documento se realizó entre los meses de marzo a octubre de 2022, con el trabajo diario en el terreno de Almería Acoge. En la investigación han participado 217 personas y se realizaron 711 entrevistas y 18 encuentros grupales.

“La información se ha recogido a través de la experiencia y percepción de estas personas, en 31 asentamientos del Campo de Níjar, donde residen una media de 1.200 personas. A finales de 2022, existían 4 asentamientos en La Mojonera, 2 en Almería capital, 9 en El Ejido y 44 en Níjar, con el 70% de ellos. En abril de 2022, vivían 3.537 personas (3.038, hombres; 499, mujeres y 83 menores de edad. El número de personas fluctúa a lo largo del año, según los picos de mayor intensidad de mano de obra en las campañas agrícolas.” cifra el informe.

El informe refleja que el 92,7 % de las personas residen solas en los asentamientos, “con una baja socialización que da lugar a un aumento significativo de problemas derivados de salud mental” y advierte de que, si bien la presencia de menores no es “muy numerosa”, sí es que es “constante” y, por tanto, de “extrema sensibilidad” debido a las condiciones de “salubridad y pobreza extrema”.

Entre las personas entrevistadas, destaca que 6 de cada 10 tienen estudios, un dato que desciende a 2 de cada 10 en el caso de las mujeres, lo que es “uno más de los condicionantes para que ellas puedan salir de la situación en la que se encuentran, y no sean víctimas de abusos y engaños”. El 21,3 % llevaba menos de 6 meses en el asentamiento, pero la “mayoría” llevan “el tiempo suficiente para que se les considere vecinos” y, por encima de los cuatro años, corren riesgo de que su situación de “extrema exclusión se cronifique”, valoran.

 Otro dato de este informe es la imposibilidad de conseguir una vivienda para salir del asentamiento. El 92% de las personas entrevistadas afirman que tienen “máxima dificultad para encontrar alojamiento“. Los resultados muestran que la mayoría de las personas que viven en los asentamientos no están recién llegadas a España, el 82,2% lleva más de un año en territorio español, llegando a un 15,4% quienes llevan más de 10 años. Además, una decena de los asentamientos chabolistas, que se ubican en Níjar tienen más de veinte años de antigüedad, y “podrían ser considerados barrios consolidados, aunque carecen de los servicios mínimos para poder vivir con dignidad” valoran sus autores.