El pasado de Rodalquilar está ligado de manera indisoluble a la minería y la extracción del oro y otros metales. Su realidad actual se asocia a las expresiones artísticas y a Rodalquilarte, exposición permanente de fotografías de gran tamaño que, presentadas sobre lonas, cuelgan de las fachadas de esta pequeña pedanía, pero repleta de inquietudes.

En 1933, cuando se desató la fiebre del oro, Rodalquilar contaba con unos 1.000 habitantes y pasó en 1960 a ser el segundo núcleo de la población de Níjar ,con 1.345 habitantes. Sin embargo al cierre de las minas, en 1986, pasó a tener tan solo 79 habitantes y 2020 cerró con 165.

Desde 2016, la calle central de esta barriada cambia su estética con los trabajos de los fotógrafos que participan en Rodalquilarte. Pero a escasos metros, se percibe su pasado minero y el recuerdo de iniciativas como el Servicio Universitario del Trabajo (SUT), una iniciativa que pretendía facilitar una aproximación entre los estudiantes y el mundo obrero.

Su impulsor fue el jesuíta José María de Llanos y los dos primeros campos de trabajo bajo el amparo del SUT se desarrollaron en las minas de Rodalquilar en 1950 y 1951, con asistencia de 3 y 30 estudiantes. E n 1952, funcionan 13 campos de trabajo a los que acuden 350 universitarios. En 1953, fueron 52 campos y 1.500 universitarios. Hasta la extinción del SUT, en 1968, hubo 480 campos de trabajo, repartidos en 45 provincias, por los que pasaron 13.200 estudiantes.