La portada del libro de la feria de Níjar ya tiene sus tres finalistas

La Comisión de Fiestas de la Villa de Níjar, en colaboración con el Ayuntamiento de Níjar, ha organizado por primera vez un concurso para seleccionar la imagen de portada del programa oficial de la Feria de la Villa de Níjar 2025.

Esta iniciativa nace este año con el objetivo de fomentar la creatividad artística de los vecinos, impulsar la participación ciudadana y poner en valor la historia, las tradiciones y la cultura nijareña. “Queremos que el pueblo sea más partícipe aún, y que mejor manera que eligiendo entre todos vosotros, el que será el próximo cartel de la feria de Níjar”, apuntan desde el consistorio.

El plazo de participación estuvo abierto casi dos meses y medio, desde el 14 de marzo hasta el pasado1 de junio, y estaba dirigido a personas mayores de 18 años que presentaran sus propuestas de forma individual para que fuesen elegidas como portada del libro de fiestas.

El tema del concurso, y sobre el que tenían que estar basadas las imágenes era “Historia, tradición y Feria de la Villa de Níjar”. De esta manera, cualquier obra que representara hechos históricos del municipio, así como tradiciones arraigadas o momentos destacados de la feria, podía optar a ser la tapa principal de un programa que estará cargado de actividades para el disfrute de todos los públicos.

En total se han recibido siete obras, que han estado realizadas con diferentes técnicas artísticas, y de las cuales el jurado ha seleccionado tres que serán las finalistas. Sus autores, candidatos a ser los responsables de coronar el libro de fiestas, son Nico Morales, María José Payán y David Garrido.

El cartel ganador se anunciará el próximo 16 de agosto, en el marco de la tercera edición de la Fiesta de Presentación del Cartel, un evento ya consolidado que celebra el inicio del ambiente festivo en la Villa de Níjar.

Las feria de este núcleo de la comarca, se celebrarán la semana del 24 al 28 de septiembre de 2025, es una de las más antiguas de la provincia de Almería, con más de un siglo de vida. Antaño fue una feria de ganado, a la que llegaban gentes de diferentes lugares para comprar y vender ganado, cerrando tratos con un solo apretón de manos y un brindis, en un guiño de complicidad y total confianza, como un signo de identidad. El paso del tiempo la ha convertido en un punto de encuentro y reunión de amigos y familiares con aquellos otros que, por trabajo, emigraron a otros puntos de la geografía estatal o europea, en busca de mejores condiciones de vida y regresan durante estos días al municipio.