Níjar

La zambombada, una tradición nijareña con mucho arraigo popular

  • Los vecinos se reúnen en Navidad a cantar villancicos al ritmo de este instrumento. El alcaduz es el nombre autóctono de la tradicional zambomba local, hecha a mano.

La zambombada, una tradición nijareña con mucho arraigo popular

La zambombada, una tradición nijareña con mucho arraigo popular

El 2019 ha sido el primer año de la Villa de Níjar bajo la condición de ser uno de los Pueblos Más Bonitos de España. La localidad, con todo, mantiene una estrella relación con sus tradiciones y una es la que han dado continuidad los vecinos de reunirse para cantar villancicos al ritmo de la zambomba por iniciativa de la Parroquía.

Este tradicional instrumento musical navideño cuenta con un gran arraigo en la localidad y tradición en su fabricación. Su elaboración es a mano, con barro y piel de choto. Son fechas de villancicos, panderetas y zambombas. El nombre autóctono de esta última es el alcaduz y es originario de Níjar, donde tradicionalmente se utiliza en la “fiesta de la zambomba “, según consta en el Centro Documental de Música de Andalucía.

Tradicionalmente, la zambomba se ha utilizado durante el ciclo navideño. Las reuniones de zambomba se inician en la fiesta de la Inmaculada, 8 de diciembre, y terminan después de Navidad. En estas celebraciones, reuniones festivas y de trabajo se reúnen familiares, amigos y vecinos. La zambomba -caja de resonancia- se han elaborado tradicionalmente a partir de elementos de deshecho que tenían a su alcance, que formaban parte del ajuar doméstico o estaban asociados al trabajo.

La piel o vejiga se obtenían de los animales de su entorno o del ganado mayor, llevaban a cabo la curación de la misma, que varían según las zonas. El carrizo lo cortaban y pulían y cada familia elaboraba su zambomba . Esta caja de horno procede de la Alfarería “Los Góngora, de Níjar y se utiliza para colocar y preparar la cerámica en el horno para su cocción. Posteriormente se ha reutilizado como zambomba.

En Níjar, comenzaba la “fiesta de la zambomba “ en noviembre, mes de los santos, y abarca el ciclo navideño. La zambomba ha estado presente en las fiesta de la matanza del cerdo. El sonido se produce al vibrar la membrana cuando se fricciona la varilla con la palma de la mano o con los dedos mojados. El sonido es grave, ronco e indeterminado. Se fricciona con la mano húmeda, apoyada en el muslo. Esta pieza denominada “alcaduz”, en Níjar, es parte fundamental en las norias con el fin de elevar el agua y se reutilizó como zamboma.

Las dos hendiduras tienen la función de sujetar la pieza a la noria. El alcaduz presenta un cuerpo troncocónico, con dos hendiduras una situada en la zona proximal y la otra en la zona central, base plana y boca ancha de borde exvasado. Elaborado en barro rojo y superficie alisada con barro de color terroso, que presenta depósitos de cal y huellas de uso. Se anudan una varilla de fricción o carrizo a una piel de choto, quedando la zona anudada en el interior, y cubren la abertura del arcaduz con dicha piel.

Su tipo de afinación es indeterminada y sus materiales sonoros son una caja de resonancia de cerámica cocida, membrana de piel de choto y varilla de carrizo. Su funcionamiento pasa por el método de la fricción-percusión. Este instrumento tuvo presencia antaño. Manuel de Falla escribió “Cantares de Nochebuena”, para voz, guitarra, chicharra y zambomba.

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