Catalina Casanova y Navarro (Cuevas 1831-1914), mujer del primer duque del Almanzora Antonio Abellán, fue una de las mujeres más influyentes en la comarca del Levante en el siglo XIX ya que destinó gran parte de sus asignaciones mensuales a centros benéficos que atendían principalmente a ancianos a la vez que dedicó parte de su patrimonio a la restauración y enriquecimiento de templos católicos en Cuevas de Almanzora, Pulpí, Cantoria y Tíjola. También cedió gratuitamente la finca para la construcción de la estación de Cantoria, situada sobre la línea férrea Murcia-Granada.

Un rico legado que no tiene representación u homenaje alguno en Cuevas del Almanzora ni Palomares (pedanía en la que nació). Ella es un de los muchos ejemplos que han constatado los escolares del CEIP Alarcón Fernández de Arellano de Palomares tras sumarse al proyecto #Merezcounacalle que tiene como objetivo reconocer y poner en valor la aportación de las mujeres reales en los callejeros de los municipios.

“La desigualdad también está presente en la elección de los nombres de las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades”, señalan el director del colegio, Bartolomé De Haro, que apunta que la iniciativa fue muy bien acogida por los estudiantes, que, cada uno en su nivel, realizaron el estudio de las denominaciones de las calles de su pueblo, y propusieron el nombre de mujeres que merecerían tener una calle en el mismo.

El estudio del colegio concluyó que aproximadamente el 80% de las calles de la barriada cuevana, tal y como sucede en la mayoría de los casos, tienen nombres masculinos. Tras ello, los estudiantes más mayores del centro propusieron a mujeres de su pueblo y de la provincia, que merecieran una calle, e hicieron llegar el proyecto al Consistorio.

Algunas de las mujeres de Palomares que han sido elegidas para el reconocimiento.

A Catalina Casanova también se le unen otros nombres de mujeres como Rosa María García, primera piloto de caza española del Ejército del Aire. Logró ser la primera mujer española en volar un F18 y como instructora de vuelo, se incorporó en 2012 a la Academia General del Aire de San Javier. Ella también nació en Palomares en 1981 y tampoco cuenta con una calle. Por eso ya se han encargado sus paisanos de pedirla.

Son solos dos ejemplos de las muchas mujeres que merecen para sus paisanos más jóvenes una calle que reconozca su valía y aprecio por Palomares. Por ello, el colegio junto al Ayuntamiento, alumnos, familiares y algunas de las féminas reconocidas que pudieron acudir, presentaron en la plaza de Palomares el vídeo del proyecto el pasado 31 de mayo y obsequiaron a las galardonadas para tener una calle con una rosa morada.

La edil de Igualdad, Melchora Caparrós, afirmó el compromiso de la entidad local de tener en cuenta dicho proyecto a la hora de futuras denominaciones de viales en el término municipal y agradeció al centro que hayan hecho partícipe así a toda la comunidad educativa y a la institución local en un proyecto que trabaja la igualdad de género desde las aulas.

El centro ha podido financiar dicho proyecto con fondos del Pacto de Estado para la prevención de la violencia de género y con ello además del desarrollo del mismo, han elaborado un vídeo explicativo, teniendo como protagonistas a los artífices del proyecto y a las mujeres que han estudiado y que consideran que tienen méritos suficientes para merecer una calle.

El colegio ha publicado ese vídeo ‘Las mujeres de mi pueblo #merezcounacalle’ a través de su canal de Youtube y lo han compartido en distintas redes sociales y páginas de internet.