Tíjola

Los niños de la Sierra de los Filabres dan vida a su bosque

  • Estudiantes del IES Alto Almanzora de Tíjola participan en una repoblación junto a Serbal en Bacares

  • Es otra iniciativa más para que este pulmón verde sea declarado Parque Natural

Jóvenes durante la repoblación en Bacares.

Jóvenes durante la repoblación en Bacares.

Los niños de la Sierra de los Filabres siguen trabajando para poner en valor este entorno natural en una muestra más de su amor e implicación con el medio ambiente. Y es que hace unos días, el alumnado del IES Alto Almanzora de Tíjola colaboró en una repoblación forestal con la asociación ecologista SERBAL (Asociación para el Estudio y Recuperación de la Biodiversidad Almeriense) en la que plantaron un centenar de encinas y espinos blancos.

Hay que recordar que el alumnado tijoleño está muy implicado en la conservación de la Sierra de los Filabres y su participación en este evento es otro más de su hoja de ruta para conseguir que uno de los grandes pulmones de la provincia de Almería sea catalogado como Parque Natural y para ello llevan ya más de dos años con multitud de proyectos com ola Transfilabres 1.0, una experiencia piloto y única en la provincia que se celebró en mayo del año pasado y que permitió a cerca de una treintena de alumnos de este instituto tijoleño descubrir la Sierra de los Filabres en una ruta senderista que acabó en Calar Alto con noche al raso con las estrellas como techo.

En la jornada de repoblación, que tuvo lugar en los Prados del Rubio (en el término municipal Bacares), los jóvenes aprendieron más sobre la renaturalización del bosque Mediterráneo. Para ello, contaron con la colaboración del Ayuntamiento de Bacares que portó varias cubas de agua para asegurar la supervivencias de las plantas.

Foto de familia de los participantes. Foto de familia de los participantes.

Foto de familia de los participantes.

Desde el instituto se sigue trabajando para que la Sierra de los Filabres sea declarada Parque Natural. En esa tarea han reunido una amplia información de los innegables valores del paraje, que, entre otras virtudes, se considera una barrera natural frente al avance del desierto, un gigantesco reservorio de agua o una plataforma que alberga un enorme y valioso inventario de biodiversidad, tanto de flora como de fauna. Su propuesta ha llegado a todos los ayuntamientos de la zona o al Parlamento Andaluz y han recabado la colaboración y la adhesión de numerosos colectivos científicos, sociales y políticos.

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