Las primeras fiestas populares del 2022 empiezan a caer por culpa de la pandemia. Lubrín ha sido el primer municipio en tomar la “difícil decisión” de suspender las fiestas en honor a su patrón San Sebastián, conocida como la Fiesta del Pan, que se debía celebrar el 20 de enero.

En un escueto comunicado en las redes sociales, el Ayuntamiento de Lubrín explica que “debido a la singularidad de nuestra querida festividad, a la que asisten miles de personas, no podemos garantizar la seguridad en cuanto a la propagación de los contagios de covid-19”.

Y es que la tradición es que las calles se llenen de personas para coger al vuelo los miles de roscos de pan que los vecinos lanzan desde las ventanas y balcones, por lo que no tiene sentido que se celebre sin que haya aglomeraciones.

Con este será ya el tercer año consecutivo sin que los lubrinenses puedan celebrar su día grande, en 2020 por culpa de la borrasca Gloria y los dos últimos por la pandemia de covid. Una fiesta que está declarada de Interés Turístico Andaluz por la Junta de Andalucía.

Da la casualidad de que la tradición comenzó en tiempo de epidemias. Cuentan que los acaudalados del municipio aprovechaban el día del patrón para dar alimento a los hambrientos. Lo hacían lanzando panes desde los balcones, para evitar entrar en contacto con ellos y contagiarse así de sus enfermedades.

Otro municipio que también celebra con fervor el día de San Sebastián es Olula del Río. Este martes anunció la decisión “por unanimidad entre la Peña de San Sebastián y San Ildefonso, costaleros, concejales de los dos grupos políticos (PP Y PSOE), Policía Local, párroco y con el consenso de la Asociación de Comerciantes y Centro Comercial abierto de Olula del Río” de cancelar las fiestas patronales de roscos y carretillas.

Se trata de “una decisión, que pese a dolorosa, creemos que es la más acertada en vistas de la evolución de esta pandemia en nuestro municipio y comarca”, señala el Consistorio.

Olula del Río es el quinto municipio almeriense con mayor tasa de contagios en estos momentos, con 3708,4 casos por cada 100.000 habitantes (232 positivos en dos semanas).

Ya solo queda esperar a que el año 2023 sea diferente y que ambos pueblos puedan, al fin, volver a celebrar sus fiestas.