Todos a una porque solos no pueden luchar contra la despoblación, un monstruo de dimensiones titánicas que de manera lenta pero sin pausa va apagando la vida de los pueblos más pequeños de la provincia, aquellos que tienen menos de mil habitantes y que en Almería suman casi la mitad, 51 de los 103. Por esta razón, este pasado martes tuvo lugar una reunión histórica en la pequeña localidad de Tahal (algo más de 300 vecinos) entre una veintena de esos municipios señalados por esta problemática y de la misma surgió la constitución de la Asociación de Municipios en Defensa del Desarrollo Sostenible y contra la Despoblación (AMCODES) que vertebre y una a todos a la hora de "hablar con las diferentes administracaiones para que nos ayuden y se conciencien que al igual que las políticas de género o de juventud son transversales, la despoblación debe también serlo", explica a Diario de Almería la alcaldesa de Santa Fe, Trinidad Góngora y nueva secretaria del colectivo.

Francisco García, alcalde de Almócita, es el presidente de la asociación y ha sido el encargado de redactar los estatutos que regirán sus designios aprovechando sus grandes conocimientos sobre esta problemática al haber defendido diferentes iniciativas a nivel regional y también en la Diputación Provincial. La vicepresidenta es la alcaldesa de Tahal, Trinidad Jiménez que explica que esta próxima semana se va registrar la asociación y seguidamente "celebraremos una asamblea para comenzar a trabajar".

De momento se han sumado 21 municipios, todos los gobernados por el PSOE y el de IU (Velefique) y se está a la espera de conocer qué harán la otra mitad en los que gobierna el PP. Góngora insiste en que "no es una asociación política. El único interés que nos une es salvar nuestros pueblos" y por eso su tocaya Jiménez espera que "todos se unan. Tenemos que ir todos a una. El problema de la despoblación ya está aquí y si no hacemos nada nos superará", sentencia. De hecho recuerda que "se ha invitado a todos los alcaldes de los 51 pueblos afectaods pero de momento solo somos 21".

La regidora de Las Tres Villas, uno de los municipios más afectados por este fenómeno imparable lo ejemplifica a la perfección: "En Ocaña solo tenemos treinta personas. Abuelico que se muere, casa que se cierra. No podemos seguir así".

Por esta razón no es de extrañar que los alcaldes de municipios como Ohanes, Bacares, Tahal, Santa Fe, Lúcar, Líjar, Terque, Alsodux, Alhabia, Velefique, Olula de Castro, Castro de Filabres, Urrácal, Paterna del Río y Almócita, entre otros, hayan decidido apostar por luchar juntos. "Esta cuestión no supone tan solo la incipiente despoblación de los municipios, sino que conlleva una pérdida cultural, ambiental e incluso social en la medida que se pierden oficios, tradiciones, costumbres y se abandona el entorno natural", sostiene Francisco García.

García ya presentó en diciembre del año pasado una moción en Diputación para la elaboración de un plan estratégico y de un plan de acción transversal para todas las áreas de la institución supramunicipal con el fin de trabajar de forma conjunta en la lucha contra la despoblación pero no contó con el apoyo del equipo de Gobierno de Gabriel Amat (PP).

"Es un hecho que numerosos municipios rurales temen el cierre de las escuelas a sabiendas de que ello se traduce en la incipiente muerte del municipio", explica. En el caso concreto de Almería, la población total de la provincia ha aumentado en 167.566 habitantes en los últimos 15 años, sin embargo, la mitad de los pueblos va camino de la desaparición, y se debe "a una tendencia de migración de los núcleos humanos al litoral y a las ciudades y/o cabezas de comarca, lo cual, a su vez, es consecuencia de la falta de oferta laboral y servicios en los puntos de origen", ha ahondado.

La partida contra la despoblación ha empezado. O ella o los 51.