Un regalo de Navidad que no se puede envolver: música, abrazos y recuerdos en las residencias de mayores de Roquetas

Hay momentos en los que la Navidad deja de ser una fecha en el calendario para convertirse en un sentimiento compartido, y eso es justo lo que está pasando en las residencias de mayores de Roquetas de Mar. Lo que empezó casi como un experimento con mucho cariño por parte de los profesores de la Escuela Municipal de Música, Danza y Teatro de El Parador, se ha convertido ya en una cita casi obligada. En esta ocasión, los pasillos de la Residencia Virgen del Rosario se han llenado de vida en la primera parada de este recorrido musical que busca, por encima de todo, que nadie se sienta solo.

El concierto se alejó de los formalismos. Los profesores no solo llevaron villancicos, sino que prepararon un viaje en el tiempo a través de boleros y pasodobles. En cuanto empezaron a sonar los primeros acordes de "La Campanera" o "El Gato Montés", el ambiente cambió por completo. Paula Morales, directora de la residencia Virgen del Rosario, lo cuenta con un nudo en la garganta: “Solo había que verles las caras. Nos emocionamos todos, los músicos y nosotros. Fue increíble ver cómo algunos soltaban el taca-taca para ponerse a bailar”.

Para Paula, esto no es solo ocio, es medicina pura: “La música les hace sentir cosas que a veces las palabras ya no pueden. Ver llorar de alegría a personas que quizá ya no te reconocen, pero que de repente recuerdan la letra de una canción y la cantan de principio a fin... eso es magia”.

Un acto reconfortante que llena de alegría las residencias

Detrás de los instrumentos está el equipo musical de Belinda Sánchez-Capuchino, directora de la Escuela de Música de El Parador, quien tiene claro que esta iniciativa es de las que te llenan el corazón: “Queríamos llevarles un poco de fiesta y alegría. Es muy agradecido porque a ellos todo les parece un regalo, sobre todo cuando escuchan las canciones que bailaban cuando eran jóvenes”.

Pero Belinda confiesa que el beneficio es mutuo: “Al final recibimos nosotros más de ellos que ellos de nosotros. Es muy reconfortante saber que les has dado un rato de felicidad a personas que a lo mejor están pasando por una racha difícil”.

La música no se detiene aquí. Tras el éxito en la residencia de mayores Virgen del Rosario, los profesores realizaron otro concierto navideño en la residencia Mirasierra de Aguadulce. El plan de Belinda es ambicioso pero necesario: “Nuestra idea es ir rotando cada año para llegar a todos los centros del municipio. Hay que sacar el arte de las aulas y llevarlo a donde pueda sacar una sonrisa”.

Un compromiso con el municipio y la felicidad de los mayores

Desde el Ayuntamiento, la concejal de Mayores, María Ángeles Alcoba, no ha querido pasar por alto el compromiso de estos profesores. “Queremos que nuestros mayores se sientan como en su propia casa, que vivan la Navidad con esa armonía y compañía a pesar de estar en un centro”, explica. Y es que el concierto es solo una pieza más de un diciembre cargado de planes: desde hacer dulces navideños o jugar a su propia lotería, hasta ver a los propios residentes disfrazados de Reyes Magos visitando a los niños de la guardería de al lado.

Al final, cuando los profesores guardan sus guitarras y se apagan las últimas notas, lo que queda en el aire es una sensación de paz. Como bien dice Paula Morales, para esta generación la música lo ha sido todo: “Ellos no crecieron con móviles ni tablets; sus historias de vida han ido siempre de la mano de una canción”. Verles ahí, con sus gorros de Papá Noel puestos y los ojos brillantes, rodeados de unos músicos que les miran con absoluta admiración, nos recuerda que el mejor regalo de Navidad no se envuelve: es el tiempo, el respeto y el cariño compartido.