Cada vez que llueve en Almería, los vecinos de Aguadulce y de la capital se temen lo peor con El Cañarete, la antigua N-340a, carretera que comunica a ambas localidades por la costa y que en los últimos años ha estado cortada por desprendimientos debido a las inclemencias meteorológicas. El último, el pasado 9 de abril cuando una gran roca se desprendió de la ladera provocando el corte de tráfico en ambas direcciones y la puesta en marcha de unas obras de emergencias por valor de 1,2 millones para volver a abrir cuanto antes esta vía por la que circulan más de 15.000 vehículos diariamente.

Y como ya es tradición, las lluvias de ayer y, sobre todo hoy, han provocado un nuevo desprendimiento en esta vía. Así lo ha confirmado a este periódico el Servicio de Emergencias Sanitarias de Andalucía (112) que señala que otra roca se ha desprendido de las paredes rocosas sin provocar daños materiales ya que la carretera sigue cortada al tráfico.

Un nuevo contratiempo para el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que anunció ayer que las obras para restituir la carretera supondrán una inversión de 1,2 millones. Una cifra que ahora podría variar tras este nuevo desprendimiento en un nuevo punto de la vía.