Patrimonio

La Junta cede a Vera el antiguo edificio de la Falange por 50 años

  • El Ayuntamiento planea restaurarlo y crear un espacio museístico en pleno centro urbano

Edificio de la Falange o de los antiguos juzgados, en el centro de Vera.

Edificio de la Falange o de los antiguos juzgados, en el centro de Vera. / V. Visiedo P.

La Junta de Andalucía ha aprobado este miércoles la cesión del antiguo edificio de la Falange al Ayuntamiento de Vera. El Consejo de Gobierno ha aprobado la propuesta de acuerdo por el que se afecta por mutación demanial externa al Ayuntamiento de Vera (Almería), el inmueble sito en Plaza del Hospital nº 5 (antiguos juzgados), con destino a usos y servicios públicos de carácter cultural, social y administrativo, por un plazo de 50 años.

Va llegando a su fin así un procedimiento que se ha prolongado 13 años, desde que en 2007 este edificio dejase de funcionar como juzgados y quedase en un estado de abandono que ha deteriorado seriamente su interior. Se trata de una edificación emblemática en pleno casco histórico de Vera, junto a la biblioteca municipal y a escasos metros del ayuntamiento y la Plaza Mayor.

Ya el 19 de julio de 2017 el Pleno del Ayuntamiento de Vera aprobó por unanimidad la solicitud de la cesión del edificio después de que la Junta de Andalucía viera la imposibilidad de llevar a cabo de forma unísona esta afección junto a la de las Casas Palaciegas en este caso a favor del gobierno autonómico. Así pues, en el verano de 2017 la Corporación presidida en ese momento por Félix López refrendó en pleno el acuerdo sobre al cesión de los antiguos juzgados que había sido acordada en la Junta de Gobierno Local del 20 noviembre del año 2007, y que luego fue reiterado el 16 mayo 2012 siendo ya alcalde José Carmelo Jorge.

Con la cesión del inmueble a partir de ahora el Ayuntamiento de Vera se hará cargo de los gastos de reforma, consolidación, mantenimiento, equipamiento y conservación.

Vista del edificio de los antiguos juzgados desde la Plaza del Hospital. Vista del edificio de los antiguos juzgados desde la Plaza del Hospital.

Vista del edificio de los antiguos juzgados desde la Plaza del Hospital. / V. Visiedo P.

El edificio será un espacio museístico

El alcalde veratense, José Carmelo Jorge Blanco, ha confirmado que el Ayuntamiento de Vera quiere destinar este edificio a un uso cultural con la creación de un espacio museístico. El regidor ha asegurado que se trata de un primer gran paso para poner en valor este majestuoso edificio, abandonado durante muchos años, y que "necesitará una gran inversión para restaurarlo, ya que su interior se encuentra en muy mal estado". No obstante insiste en la voluntad del equipo de gobierno de habilitar una partida presupuestaria para restaurarlo y poder crear "un espacio cultural, emblemático, en el casco urbano de la ciudad, lo que ayudará sin duda a dinamizar el centro histórico".

La rehabilitación de este edificio junto con las reformas y mejoras que se están llevando a cabo en la Biblioteca Municipal, con la proximidad a la Casa de la Cultura Casa de Cultura, Juventud e Infancia "Bayra", convertirán a la Plaza del Hospital en un "eje cultural que aumentará los servicios del centro del pueblo, lo que redundará en beneficio para los comercios de la zona", según el Consistorio.

Escalera interior de mármol blanco. Escalera interior de mármol blanco.

Escalera interior de mármol blanco. / Colección Gabriel Flores

Un edificio singular que fue la casa de los jóvenes

El edificio de la Falange, o los antiguos juzgados de Vera, es uno de los edificios más emblemáticos del pueblo. Su aspecto llama la atención por su estilo, un claro ejemplo de la arquitectura burguesa de finales del siglo XIX y principios del XX. Destaca sobre el resto de construcciones de su entorno, la Plaza del Hospital. Está situado junto a la Biblioteca Municipal, en un trazado de calles estrechas que desembocan en la Plaza Mayor, la iglesia y el ayuntamiento.

Para el veratense de toda la vida, este inmueble destaca también por su historia, ya que, antes de que cayese en el abandono, el edificio de la Falange tuvo muchos usos, y está ligado a cientos de recuerdos de su niñez y juventud.

Tiene una fachada de ladrillo visto y se compone de sótano, planta baja y primera planta. Cuenta con varios balcones en la planta primera y altas ventanas en la baja. La balaustrada del balcón central, así como un arco lobulado situado a la entrada, son de piedra artificial, “un material muy novedoso para la época de su construcción”, según detalla Gabriel Flores, estudioso de la historia de Vera. Destaca en su interior, además del arco que da acceso, una gran escalera central  de mármol blanco, con los peldaños todos de una sola pieza.

Esta escalera está profusamente iluminada por un tragaluz central con ventanas en los lados. Las ventanas son de madera y de hierro forjado.

Balcón superior del edificio de la Falange en Vera. Balcón superior del edificio de la Falange en Vera.

Balcón superior del edificio de la Falange en Vera. / V. Visiedo P.

A pesar de que apenas hay documentación por escrito acerca de este edificio, a través de los relatos de los vecinos de Vera de toda la vida se pueden enumerar algunos de los múltiples usos que ha tenido el inmueble. La mayoría de ellos asociados a la juventud.

Para quienes solo recuerdan sus últimos años de actividad, éste es el edificio de los antiguos juzgados. Sin embargo, para los que se criaron en la Vera de las décadas de los 50, 60 o 70, siempre será el edificio de la Falange. Era conocido así porque era una sede del Movimiento, en el que se instaló la OJE -Organización Juvenil Española durante el franquismo-.

En su interior también estuvieron las oficinas del Sindicato Vertical, a donde acudían los trabajadores de la zona: agricultores y ganaderos.

Del año 1952 al 54, el edificio fue también la sede del Instituto Laboral de Vera, mientras que se terminaban las obras del que hoy es IES Alyanub.

Tragaluz que ilumina la escalera interior. Tragaluz que ilumina la escalera interior.

Tragaluz que ilumina la escalera interior. / Colección Gabriel Flores

Pero el uso que más recuerdan los veratenses para este mítico inmueble es el de salón social, algo así como una casa de la juventud. Los jóvenes del pueblo podrían solicitar las llaves en el Ayuntamiento y cada grupo disponía de su propia habitación donde hacían fiestas, bailes, se jugaba al tenis de mesa y, en general, había una rica actividad social.

Los que disfrutaron del edificio en los años 70 y 80 recuerdan con melancolía esas fiestas de nochevieja que organizaban en sus salas. “Teníamos incluso nuestras propias normas, con habitaciones en las que no se podía fumar”, explican. 

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