Las ciudades de Lorca y Vera volvieron a confirmar su hermanamiento este sábado, 31 años después de que lo hicieran por primera vez el 12 de junio de 1988. No obstante, los fuertes lazos que unen a ambas ciudades, separadas por unos 65 kilómetros, se remontan al año 1565.

El 25 de septiembre de aquel año del siglo XVI, la ayuda del ejercito lorquino fue crucial para salvar a Vera del asedio de los moriscos, en la llamada Rebelión de las Alpujarras. Vera estaba asediada por Hernando de Válor, Abén Humeya. Fue liberada de forma victoriosa y memorable por las tropas procedentes de Lorca, que fueron recibidas por los asediados veratenses con un indescriptible entusiasmo.

Las autoridades de Vera y Lorca en la Plaza Mayor.

Se cumplen 450 años de un “hecho de guerra de una trascendencia sin igual para el devenir histórico de la ciudad de Vera”, según el acta de hermanamiento firmada. Por ello, durante las últimas semanas se vienen celebrando actos en su conmemoración, organizados por el Ayuntamiento de Vera y la Asociación de Moros y Cristianos.

25 de septiembre de 1569

Según el relato de los cronistas Ginés Pérez de Hita y Luis Mármol de Carvajal, tuvieron gran decisión y valentía el alcalde mayor de Lorca, Matías Huerta Sarmiento y el de Vera, Agustín Méndez Pardo, ambos con experiencia militar y que supieron estar a la altura de las circunstancias. Dotaron a la ciudad de municiones, víveres y agua, reforzaron la vigilancia costera con la flota dirigida por Luis Requesens y prepararon un sistema de alerta a través de almenaras y ahumadas, reforzado en el supuesto de asedio real por el envío de tres jinetes-correo de Vera a Lorca.

Representación del asedio.

La mañana del 25 de septiembre, Abén Humeya se presentó frente a las murallas de Vera al frente de 12.000 moriscos armados, dispuesto a asolar la población a sangre y fuego. Dos escuderos veratenses, Martín Gómez y Francisco Soler, lograron salir de Vera, despistando al enemigo moriscos, y así pudieron llegar a Lorca a la una de la tarde.

Unos 900 peones y 100 caballeros partieron de la ciudad lorquina para Vera, llegando al alba del 26 de septiembre, forzando la huida de Abén Humeya. Este fue asesinado el 20 de octubre de ese mismo año a través de una conspiración.

Tropas moriscas.

Este importante suceso histórico fue rememorado en la Plaza Mayor con la participación de los Moros y Cristianos de Vera, con la narración de Juanjo Guisado, el grupo de recreación histórica de Padules y la Federación San Clemente de Lorca.

Antes de esto, la Corporación de Lorca, encabezada por su alcalde Diego José Mateos Molina, fue recibida por el alcalde de Vera, José Carmelo Jorge, y los concejales veratenses. Tras firmar en el libro de honor, en el despacho de Alcaldía, se trasladaron al salón de plenos para la confirmación del hermanamiento.

Los alcaldes de Lorca y Vera se intercambiaron regalos.

Allí, bajo el pendón de Vera del siglo XVIII, con el escudo de armas de Felipe V flanqueado por dos escudos de Vera, ambos regidores sellaron de nuevo los lazos de hermandad entre las ciudades. En sus discursos recordaron las muchas cosas que unen a Vera, desde el comercio, el turismo, pasando por las catástrofes naturales como los terremotos que han sufrido ambas poblaciones así como las inundaciones.