El colegio Reyes Católicos de Vera es un lugar acostumbrado al bullicio. Casi un millar de niños desde infantil hasta sexto de primaria corren, hablan, gritan o ríen cada día en sus aulas y patios. Sin embargo, en noviembre ese ajetreo mudó en respetuoso y sentido silencio. El 22 de ese mes fallecía uno de sus maestros más queridos: Nicanor De Haro. Alumnado, profesores y padres lloraron durante meses su ausencia, en silencio. Ahora, coincidiendo con el final del curso, y una vez que el centro ha vuelto ya a una aparente normalidad, se le ha rendido un emotivo homenaje. Un pequeño acto de reconocimiento a la labor de un hombre muy querido, cuya presencia aún se siente en cada rincón.

El pasado martes 18 de junio, a las siete de la tarde, familiares, amigos, compañeros y alumnos se reunieron en el salón de actos del colegio para recordar a Don Nicanor. En primera fila estaban sus últimos alumnos, los de la clase de 6ºB con los que le hubiera gustado ir de viaje de fin de curso, pero una maldita enfermedad se lo impidió.

Retrato de Nicanor De Haro realizado por un alumno.

Fueron ellos los encargados de abrir el acto. En pareja fueron leyendo mensajes dedicados a su maestro, muchos de ellos entrecortados por el llanto que aún les provoca recordarlo. No faltaron los elogios a su simpatía, cercanía y buen hacer. Todos ellos lo recordarán por siempre.

Después tomó la palabra Víctor Visiedo, periodista de Diario de Almería y exalumno del colegio. Hizo un perfil de Don Nicanor visto a través de los ojos de sus alumnos y compañeros. Finalizó con una frase del también periodista Andy Rooney: “La mayoría de nosotros no tenemos más de cinco o seis personas que nos recuerdan. Los maestros tienen miles de personas que les recuerdan por el resto de sus vidas”.

A continuación tomaron la palabra varios excompañeros que recordaron anécdotas y vivencias, desde sus inicios allá por los años 90 hasta sus últimos días, pues Nicanor nunca quiso dejar su trabajo. Emotivo fue, por ejemplo el discurso de Juan De Haro, quien fuese director del colegio.

El sacerdote Juan Manuel Góngora durante su intervención.

Finalmente, tras un vídeo con imágenes de Don Nicanor que conmovió a todos los presentes, dedicó unas palabras a su memoria el sacerdote Juan Manuel Góngora, exalumno del centro. Hizo una loa a la figura del docente, a su trabajo incansable y en especial, a la enorme labor del homenajeado durante tantos años, haciendo hincapié también en su perfil más humano y su afición por el Real Madrid.

Para concluir, su viuda, Pilar González, y su hijo, Enrique De Haro, recibieron de los alumnos de sexto la orla del fin de curso en nombre de Don Nincanor, así como un retrato dibujado por uno de los jóvenes.