Quién los ha visto y quién los ve... Hace apenas un año la mayoría de los integrantes del grupo de teatro de la Hermandad de la Virgen de los Perdones no se habían subido nunca a un escenario. Y sin embargo, ahora son capaces de escribir su propio musical y ponerlo en escena con brillantez ante cientos de personas.

‘Quién me ha visto...’ es una obra original de la veratense Gema Gallardo del Castillo donde las protagonistas (además de los personajes, claro) son las canciones de la cantante manchega Rozalén. De hecho, cuentan con el beneplácito de la artista que dio su autorización y recibió el libreto del musical de las manos de los propios autores.

La directora, Gema del Castillo, tras la función.

El lunes 9 y martes 10 de septiembre el auditorio Ciudad de Vera se llenó de veratenses y visitantes dispuestos a disfrutar del único musical de la 51ª edición de los Festivales de Arte.

‘Quién me ha visto...’ es una emocionante historia que, durante casi tres horas cuenta la historia de Julia, quien deja Berlín tras la muerte de su pareja y regresa a Madrid. Sin embargo, todo ha cambiado mucho desde su partida y tendrá que reponerse a todo para, a pesar de todo, seguir siendo ella misma.

La historia aborda los grandes temas presentes en la discografía de Rozalén: feminismo, sida, fusilamientos de la Guerra Civil, amor...

El reparto de la obra, once jóvenes de entre 18 y 23 años, demostró un gran nivel, en parte gracias a la experiencia adquirida en los talleres de la ludoteca de Vera.

Uno de los momentos de la obra 'Quién me ha visto...'.

Especial mención merece la protagonista, Isabel Parra, con una voz prodigiosa que, si cabe, mejoró incluso a la propia Rozalén (aunque sea mucho decir). También destacó Marina Águila, en un papel secundario pero dotada de una indudable vis cómica. Unas pocas palabras suyas bastaban para despertar las carcajadas del público.

Cabe destacar que la recaudación de la obra ha ido destinada a la Asociación Argar de Niños con Cáncer. El grupo ya estudia volver a subirse al escenario en diciembre o enero y, quién sabe, quizás con la presencia de Rozalén.