La comunidad ecuatoriana de Vera celebra la romería de la Virgen del Cisne

La comunidad ecuatoriana de Vera y de la comarca del Levante Almeriense en general celebra este domingo, un año más, su festividad más importante: la romería de la Virgen del Cisne.

A las 12:00 de la mañana comenzarán los actos con una misa en la iglesia de la Encarnación de Vera, en honor de la Virgen del Cisne. Tras la ceremonia, a las 13:00 horas aproximadamente, los fieles trasladarán la imagen hasta la ermita de la Virgen de las Huertas en romería, situada a unos dos kilómetros de distancia.

Ua vez allí, a las dos de la tarde la virgen recibirá un homenaje por parte de artistas y grupos de danza folclórica. A las tres está prevista una comida de convivencia para todos los asistentes a la romería y a partir de las cinco de la tarde habrá juegos para los niños, concursos y música en vivo con DJs.

Esta romería, de gran importancia para la comunidad ecuatoriana, está incluida en el catálogo de oferta turística, cultural y religiosa del municipio de Vera.

Historia de la romería

Esta procesión comenzó a realizarse en octubre de 2003, siendo cura párroco de Vera Manuel Antonio Menchón. Entonces se procesioanaba un cuadro de la Virgen del Cisne, que llegó hasta Vera escondido en una maleta para poder pasar las aduanas. Posteriormente, en el año 2005, la iglesia de Nuestra Señora del Cisne de la ciudad de Quito en Ecuador, donó una talla de la Virgen que es con la que se procesiona y realiza la romería actualmente.

Tras 16 años de celebración, el atractivo festivo-religioso de la actividad y su poder de convocatoria en toda la provincia es más que evidente cuando llega cada 5 de octubre. Por ello, en 2016 el Ayuntamiento la incorporó a su catálogo de fiestas populares, para lograr así la consolidación de dicha fiesta como parte de las manifestaciones de religiosidad popular de la comunidad de Vera.

Este reconocimiento a nivel local sirve también para contribuir con la normalización de la población migrada que forma parte activa de la vecindad, donde todas las variadas manifestaciones culturales y religiosas tienen su espacio como elementos enriquecedores de la sociedad plural de Vera, además de facilitar el mantenimiento de las tradiciones propias.