Se jubila el profesor más histórico del IES El Palmeral de Vera

Un emocionante aplauso a modo de celebración sorprendió a un profesor en su último día de trabajo. Alumnos, docentes, y el resto de la comunidad educativa del IES El Palmeral de Vera salieron el pasado 30 de octubre a las 14:30 horas al pasillo central del centro para rendir un pequeño homenaje al profesor más longevo en la historia de este instituto. El motivo fue la jubilación del profesor Tomás Díaz Hinestrosa, una figura muy querida y cuya trayectoria ha marcado a numerosas generaciones de estudiantes.

El profesor confiesa a Diario de Almería que esperaba jubilarse “de manera tranquila y anónima”, pero que está muy agradecido por el cariño que ha recibido especialmente durante estos últimos días. “Me he sentido muy querido y respetado y eso es lo que también me llevo de la enseñanza”.

Tomás, onubense de nacimiento —de Moguer, Huelva— llegó hace 34 años a Vera para dar clase en las aulas de este centro educativo y se ha convertido en el docente que durante más años ha desempeñado su labor en ellas desde que fuera destinado a él en el año 1992. Vera, fue su segundo destino profesional tras Jerez de la Frontera, y recuerda con cariño que era uno de los “destinos temidos” de aquella época porque estaba lejos de su casa. “Nunca había estado en Almería y al principio pensé que iba a desarrollar mi vida en la parte occidental de Andalucía, jamás imaginé que estaría aquí durante tantos años pero fui haciendo amigos y conociendo gente que me hicieron enamorarme del lugar y del centro”, a lo que añade que “el Palmeral es un centro en el que se trabaja fenomenal y me han pasado muchas cosas, casi todas buenas”.

Muchos son los alumnos a los que ha enseñado Latín, asignatura de la que ha sido titular, pero también ha dado clases de Geografía e Historia e incluso Educación Física. Además, durante muchos años ha impartido clases de Informática porque se considera un amante de las nuevas tecnologías. “Aunque parezca que el latín no está relacionado siempre he intentado que fuesen de la mano ambas asignaturas”, apunta.

Pero para él, la materia a impartir nunca ha sido lo más importante. “Si la mayor parte de mis alumnos se llevan de mi un buen recuerdo y consideran que he dado todo en clase para ser divertido y transmitirles positividad, me llena incluso mucho más”, destaca como uno de sus objetivos, especialmente en este último año en el que rozaba la jubilación con la punta de los dedos.

Entre los detalles con los que lo obsequiaron sus compañeros, un palo de golf que contesta a la pregunta de “¿Y ahora qué?” de esta periodista. Dicho deporte, el que practica desde hace años, es uno de los proyectos que retoma para ocupar ahora su tiempo libre entre otras muchas aficiones como la lectura, el bricolaje o la práctica de otros deportes. “Es un sentimiento que uno nunca ha tenido, el de no llevarse preocupaciones a casa y tener tiempo para hacer lo que te apetece”, explica.

Tomás se marcha pero seguirá presente porque deja un gran legado en forma de relevo, a sus dos hijos, que este año se estrenan como alumnos en el centro en primero de la ESO. “Dejo algo importante en el aula de enfrente de la sala de profesores”, reseña. Su mujer, Eva Lacárcel, a la que conoció en estas instalaciones y es parte inseparable de esta historia, también seguirá en el centro desempeñando su trabajo como profesora del departamento de Economía.

Además, este profesor fue creador de la Radio El Palmeral, donde durante los últimos tres cursos ha producido podcast maravillosos, y que es uno de los proyectos más bonitos del instituto con el pretende seguir colaborando una vez fuera de las aulas.

Por último, apunta que para él es muy importante no llegar a la jubilación como la figura del “profesor quemado”, y afirma que en su caso podría seguir dando clase varios años más.