Si hace unos días informábamos de la presentación del libro “Capea-Robles. 50 años de competencia y torería”, escrito por el periodista taurino Paco Cañamero, en acto organizado por la peña taurino-gastronómica Círculo de la Amistad en el Círculo Mercantil de la capital, hoy nos congratula relatar que el libro ha sido nuevamente presentado, aunque en esta ocasión se ha ido a la provincia, concretamente a la muy taurina localidad de Vera.

El acontecimiento fue organizado por el Foro Cultural y Taurino de Vera, entidad que recobra de esta manera la andadura de la etapa desarrollada años atrás, cuando la única meta que movía a la afición taurina veratense era la recuperación de su plaza de toros, la más antigua de la provincia, que se hallaba sumida en un lamentable estado de abandono, prácticamente derruida pero reivindicada y recuperada por actos similares a éste.

Por entonces se celebraban al mediodía las Jornadas Gastronómicas del Toro Bravo en la Cocina de cuya organización y desarrollo se sigue encargando la popular Terraza Carmona; y por la noche se cambiaba el tercio y era el momento de que esos mismos salones fueron ocupadas por las Semanas Culturales Taurinas cuyo alma mater era el periodista taurino veratense, afincado en Madrid, Juan Miguel Núñez.

El salón principal de la Terraza Carmona se llenó en su totalidad.

“Conseguida la reforma y reapertura del coso, ahora se trata de evitar que quieran quitarla de nuestra memoria” a decir del presidente del Foro, Juan José Villena. En el mismo sentido habló el alcalde, José Carmelo, quien aseguró: “Estando el pueblo a favor de los toros, como lo prueba este llenazo, no habrá quien se atreva a minimizar su importancia pues enfrente siempre estará Vera”. Hizo uso de la palabra también Ginés Carmona: “Todo lo que sea para m ejorar Vera tendrá cabida en esta casa”; Jorge P. Company: “Los dos toreros que protagonizan el libro estan muy vinculados a Almería”; Juan Miguel Núñez quien se refirió al autor como “el mejor cronista actual de la ciudad del Tormes”; y Paco Cañamero, “contentísimo por el afecto de una afición tan sabia e interesada como la de Vera”