Vícar ha vivido una jornada muy especial con motivo del Día Internacional de las Ciudades Educadoras en la que más de un centenar de personas mayores se han sumado a las actividades conmemorativas organizadas por el Ayuntamiento, a través de su Concejalía de Servicios Sociales. Desde que hace una década se adhiriese a la Red de Ciudades Educadoras, Vícar se ha mostrado como municipio comprometido con la educación y su desarrollo a lo largo de la vida, tal y como ha destacado su alcalde, Antonio Bonilla, al comienzo de la celebración. Así lo ha reflejado también en la lectura del manifiesto, ratificando el compromiso municipal de que la ciudad educadora que es Vícar, "no deja a nadie atrás”.   

El alcalde vicario ha insistido en que las desigualdades han aumentado en los últimos años a nivel global, “el crecimiento económico y el desarrollo social se han distribuido de forma desigual y han generado procesos crecientes de fragmentación y segmentación urbana, y que la pandemia de la COVID-19 no ha hecho sino acentuar las desigualdades preexistentes y añadir nuevas barreras y obstáculos de equidad”.   Por ello y como Ciudad Educadora, Vícar apuesta por la puesta en marcha de políticas proactivas y preventivas para favorece la inclusión y la equidad. “Nuestra aspiración es hacer de Vícar un municipio libre de segregaciones, barreras física y mentales, accesible e interconectado para toda la ciudadanía”, ha señalado Antonio Bonilla en su lectura del manifiesto.

Tras el acto los asistentes han realizado una marcha a pie por el Bulevar Ciudad de Vícar, desde el Ayuntamiento hasta la rotonda 2005, donde se les ha avituallado con un desayuno saludable, antes de iniciar el regreso  al punto de partida, manteniendo el lema elegido para   esta edición ‘La Ciudad Educadora no deja a nadie atrás’, como premisa de que nunca, las Ciudades Educadoras deben estar al lado de la población que más apoyo necesita para que la recuperación tras la pandemia sea inclusiva.