Un informe de la FAMP analiza el estado de la conciliación laboral y familiar en Vícar
La FAMP ha entrevistado a vecinos y empresas del municipio y determinado sus principales retos
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La Federación Andaluza de Municipios y Provincias ha publicado su "Informe diagnóstico de la situación de la conciliación de la vida laboral, familiar y personal en el ámbito local de Andalucía", en el que analiza las políticas y medidas de conciliación existentes en distintos municipios de Andalucía para ofrecer un diagnóstico sobre el que formular "estrategias más integrales, sostenibles y ajustadas a las realidades territoriales".
El estudio ha analizado el estado de la conciliación laboral y familiar en un total de 10 municipios andaluces de diversa densidad poblacional y con diferente modelo productivo, entre ellos se encuentra Vícar, un municipio 'bisagra' que ni es una localidad enteramente rural ni es y un municipio urbano. El informe incluye a Vícar dentro de los municipios semiurbanos y periurbanos junto a otras dos localidades: Armilla, en Graada y Camas, en Sevilla.
Estos municipios 'bisagra' que se encuentran en un punto intermedio entre lo rural y lo urbano presentan realidades complejas y diversas porque "la proximidad a grandes ciudades como Sevilla, Granada o Almería amplía el acceso a recursos pero también genera tensiones específicas", la mezcla entre el ritmo acelerado de las dinámcas metopolitanas y una estructura local que conserva la cercanía comunitaria hace surgir necesidades de conciliación específicas asociadas a la existencia de barrios bien dotados de servicios así como otros que, bien por su situación periférica o por su reciente expansión, no cuentan con suficiente equipamiento.
Medidas básicas de conciliación con las que cuenta Vícar
El informe analiza en profundidad las políticas activas y los servicios con los que cuenta la ciudadanía en el municipio que incluyen la aplicación del Plan Corresponsables, la existencia de escuelas de verano o de actividades extraescolares para los menores; la puesta en marcha de programas de envejecimiento activo y actividades grupales de socialización y promoción de la salud para la población de la tercera edad; la formación básica y talleres de bienestar emocional de las personas cuidadoras; e, incluso, medidas relacionadas con la gestión del tiempo y servicios de proximidad como la digitalización de las gestiones municipales y la ampliación de horarios de ciertos servicios públicos.
La FAMP establece que "las medidas aplicadas en estos municipios reflejan un compromiso institucional creciente con la conciliación, aunque todavía hay una fuerte dependencia de proyectos puntuales y financiación externa" y destaca que es imperativa la coordinación entre administraciones y la continuidad en el tiempo de los programas para que las familias puedan acceder a los servicios independientemente de su barrio o situación social.
La ciudadanía habla: transporte, descentralización y cuidados
La FAMP ha entrevistado a los vecinos y vecinas de Vícar para recoger sus propuestas de mejora para equilibrar trabajo, cuidados y vida personal. Según especifica el informe, entre las principales demandas destacan: la ampliación y descentralización de servicios educativos y de cuidados, la mejora del transporte y la conectividad digital, el refuerzo del apoyo a personas cuidadoras y mayores, y la necesidad de promover una corresponsabilidad real en el hogar. Además, se hace hincapié en crear espacios de participación y escucha activa, donde las familias puedan implicarse directamente en la definición de soluciones locales. En definitiva, lo que se reclama es una política de conciliación más cercana, accesible y equitativa.
Los negocios, fundamentales para encontrar el equilibrio
El informe analiza también los servicios ofrecidos por los comercios del municipio, en el que conviven "pequeños negocios locales, comercio minorista, servicios públicos descentralizados y una incipiente presencia de medianas empresas y sectores logísticos". La FAMP explica que en municipio periurbanos, como Vícar, la conciliación es todavía incipiente y con escasa implementación práctica; según los testimonios recogidos, una gran parte del tejido empresarial no aplica ninguna medida específica, más allá de algunas políticas ampliamente extendidas como una flexibilidad horaria informal, permisos retribuidos, turnos rotativos, uso compartido de recursos entre empresas próximas o apoyo a la formación online o teletrabajo parcial en algunos puestos.
Entre las principales barreras para implementar medidas de conciliación están: la escasa cultura organizativa entorno a la conciliación; el predominio de microempresas con poca capacidad de reorganización internamicroempresas con poca capacidad de reorganización interna; el desconocimiento de recursos públicos, normativas o incentivos disponibles; la carga de trabajo impredecible en determinados sectores como el comercio, la hostelería o la limpieza; el miedo a perder competitividad frente a empresas que no ofrecen esas condiciones; o la escasa representación sindical o canales de interlocución formal.
La conciliación tiene que dejar de ser una excepción
El informe concluye que el principal reto de Vícar como municipio semiurbano es tejer redes entre barrios y servicios y entre lo público y lo privado. La FAMP destaca que es neceario "hacer que la conciliación deje de ser una excepción y se convierta en una norma compartida, cotidiana y accesible", para lo que se exige compromiso político, inversión sostenida y una escucha activa tanto a los y las vecinas de la localidad como a los comercios y establecimientos que conforman el modelo productivo de la región.
Los municipios 'bisagra' como Vícar tienen la oportunidad de "convertirse en laboratorios vivos de conciliación donde la proximidad, la participación y el conocimiento del territorio jueguen a favor del cambio".
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