Alergias, ¿cuáles son las más comunes?
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La alergia es una respuesta anormal que el organismo genera ante una sustancia inocua para la mayor parte de las personas. En algunos individuos el sistema inmune identifica que estas sustancias, denominadas alérgenos, inofensivas en sí mismas, suponen una amenaza para su organismo y generan una respuesta defensiva para atacarlas.
Se estima que aproximadamente un 30 % de la población tiene algún tipo de alergia, porcentaje que se está incrementando gradualmente, sobre todo las de tipo alimenticio. No obstante, hay que tener en cuenta que la prevalencia de las alergias varía de un país a otro, dependiendo fundamentalmente de factores genéticos y diferencias en el ambiente.
En cuanto a los síntomas de la alergia, varían dependiendo del tipo de alérgeno y de la severidad con la que afectan a cada organismo, si bien en general incluyen picores, estornudos, rinorrea, lagrimeo, urticaria, erupciones y, en casos más graves, dificultad para respirar y choque anafiláctico.
La Dra. María Orera, médico genetista de Health Diagnostics, del Grupo Quirónsalud, señala que “el tratamiento de las alergias depende fundamentalmente del alérgeno desencadenante y se basa en evitarlo en la medida de lo posible. También puede incluir la terapia con antihistamínicos, corticosteroides inhalados o nasales o la inmunoterapia insensibilizante”. En todo caso, es importante conocerlas y saber identificarlas para obtener un tratamiento lo antes posible
Principales tipos de alergias
Son muy frecuentes las alergias al polen, a los ácaros, al pelo de mascotas, a alimentos como cacahuetes, frutos secos, productos lácteos, a las picaduras de insectos y a algún tipo de medicamento como la penicilina.
La alergia al polen, también conocida como fiebre del heno o rinitis alérgica, afecta hasta a un 40 por ciento de los niños. Se trata de una reacción al polen de árboles y hierbas que se libera al ambiente en la época de floración. En las personas alérgicas al polen se desencadena un proceso inflamatorio en la mucosa nasal, en los senos paranasales y en la conjuntiva, por lo que presentan estornudos, rinorrea, picor de ojos y lagrimeo. En general, se trata de una alergia estacional, que en primavera suele estar causada por el polen de los árboles y en el verano por polen de hierbas, especialmente de las gramíneas.
La alergia a las gramíneas es un subtipo de la alergia al polen. Se trata de una alergia estacional muy frecuente que aparece al principio del verano. El contacto con el polen por vía inhalatoria o a través de la piel y las mucosas, desencadena la liberación de histamina en las personas alérgicas y da lugar a los síntomas descritos, que pueden llegar a desencadenar shocks anafilácticos.
La alergia al sudor, también denominada urticaria colinérgica, es una patología menos frecuente que las anteriores. Se trata de una reacción a las sustancias liberadas con el sudor, no al sudor en sí mismo, y se desencadena cuando se produce acetilcolina al realizar ejercicio, cuando aumenta el calor o en situaciones de estrés. Provoca picores, urticaria y erupciones, generalmente en el tórax y en las extremidades, que varían significativamente dependiendo de la severidad de los síntomas.
La alergia al agua, también conocida como urticaria acuagénica, es también poco frecuente y presenta síntomas similares a la alergia al sudor. No se conoce el mecanismo exacto por el que se genera esta patología, pero se piensa que no está desencadenada por el agua en sí misma, sino por las sustancias que están disueltas en la misma y entran en contacto con la piel.
La alergia a la picadura de mosquito es una reacción alérgica a las proteínas presentes en la saliva de los mosquitos que es inyectada en la piel en el momento de la picadura. La reacción es variable e incluye enrojecimiento, inflamación, picor y dolor, aunque en casos más severos puede producir ampollas o incluso shocks anafilácticos que puede poner en peligro la vida del paciente.
La alergia a los ácaros es también muy frecuente. Los ácaros son pequeños insectos que viven en el polvo acumulado en las viviendas, los colchones, la ropa de cama y los muebles tapizados. Las personas alérgicas segregan histamina cuando entran en contacto con los productos de desecho de estos insectos y presentan estornudos, rinorrea, lagrimeo y, en casos más graves, asma.
También existen las alergias a determinados alimentos, a algunos animales domésticos y a un sinfín de plantas, mohos y productos sintéticos.
Identificación y tratamiento
“La detección y el tratamiento de las alergias dependen de la causa subyacente y de la gravedad de los síntomas”, explica la Dra. Orera, que explica que suelen incluir estornudos, congestión y secreción nasal, ojos llorosos, picazón en la piel, tos, urticaria, problemas digestivos y problemas respiratorios. “La experimentación frecuente de algunos de estos síntomas puede ser una señal de la presencia de alguna alergia”, advierte la especialista.
En tal caso es importante acudir a un especialista en alergias para que realice una evaluación médica y proponga pruebas específicas, que pueden incluir análisis de sangre, pruebas cutáneas y pruebas de provocación.
“Una vez identificado el alérgeno, la mejor manera de prevenir una reacción alérgica es evitarlo”, señala la médica genetista de Health Diagnostics. Por ejemplo, un alérgico al polen deberá evitar salir al aire libre durante las horas del día en que hay mayor concentración de polen en el aire.
Si no es posible evitar los alérgenos, existen varios medicamentos que pueden aliviar los síntomas de las alergias. Estos medicamentos incluyen antihistamínicos, descongestionantes, inhaladores y cremas tópicas, que el especialista indicará en cada caso.
“Y, en algunos casos, la inmunoterapia puede ser una opción para tratar las alergias”, añade la Dra. Orera, que explica que esta terapia consiste en la administración de pequeñas dosis del alérgeno para ayudar al cuerpo a desarrollar una mayor tolerancia a la sustancia y reducir la frecuencia e intensidad de las reacciones alérgicas, si bien esta opción siempre ha de ser valorada y controlada por un especialista.
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