La crisis global de financiación hace peligrar los avances contra el VIH

La última Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida retrata el abandono de Estados Unidos de sus compromisos de cooperación y deja entrever nuevos hitos clínicos en el abordaje preexposición

Rosemary Mburu, de la organización internacional africana WACI Health, durante su intervención en AISA 2025.
Rosemary Mburu, de la organización internacional africana WACI Health, durante su intervención en AISA 2025. / M.G.
Ramiro Navarro

27 de julio 2025 - 07:01

Tiempos difíciles para la cooperación y la conciencia global. La última Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Ciencia del VIH (IAS 2025) ha concluido en Kigali, Ruanda, dejando entrever que los avances científicos y clínicos más prometedores de la última década pueden verse amenazados por una crisis de financiación importante, especialmente tras la reducción abrupta de la ayuda estadounidense a principios de año.

Por ejemplo, Mozambique es el tercer país del mundo con más personas que viven con el VIH. Allí, según los datos de febrero de 2025, el número adultos que inició tratamiento antirretroviral disminuyó un 25 % respecto al mismo mes del año anterior.

En Johannesburgo, capital de Sudáfrica, se retiró una ayuda financiada por el Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del SIDA de Estados Unidos en febrero. Eso ha provocado que las pruebas de VIH se redujeron un 8,5 %, los diagnósticos un 31 % y el inicio de tratamientos un 30 % entre el primer trimestre de 2024 y el de 2025. En América Latina y el Caribe, el 87 % de las 40 organizaciones encuestadas que habían recibido fondos de Estados Unidos en el último año vieron suspendidas sus ayudas, lo que dejó a unos 156.164 beneficiarios sin acceso a servicios de VIH. A finales de 2024, casi 700.000 personas de 28 países del África subsahariana recibieron la profilaxis preexposición financiada por Estados Unidos.

En su Global AIDS Update 2025, publicado justo antes de la conferencia, ONUSIDA señala que 25 de los 60 países de ingresos bajos y medios han incrementado su gasto en VIH con recursos propios. El futuro de la respuesta al VIH, subraya, debe ser “nacionalmente dirigido y liderado, sostenible, inclusivo y multisectorial”, aunque la solidaridad internacional y el compromiso renovado de los donantes siguen siendo esenciales.

La deuda externa continúa siendo un lastre para muchos países. “No se puede acabar con la pandemia de sida mientras las naciones africanas deben elegir entre pagar a sus acreedores o salvar vidas”, declaró Zackie Achmat, fundador de la Treatment Action Campaign de Sudáfrica, en una rueda de prensa de la IAS 2025. Por su parte, Rosemary Mburu, de WACI Health, advirtió en la sesión inaugural: “No podemos llevar a las personas al límite y luego alabar su fortaleza mientras les negamos el apoyo que necesitan”.

Ciencia y ciudadanía

“En San Francisco y Londres, Ciudad del Cabo y Kigali, Delhi y São Paulo, las comunidades se organizaron. Denunciaron a los gobiernos por su inacción y a las grandes farmacéuticas por priorizar ganancias sobre las personas. Y nos convertimos en científicos ciudadanos porque teníamos que hacerlo”.

Frente a esta amenaza, la conferencia puso en valor el liderazgo africano en la investigación. Se presentó el Africa Cure Consortium, iniciativa que impulsa la participación africana en el desarrollo de una cura para el VIH. También se destacaron los ensayos clínicos liderados por equipos del continente, así como la capacidad de respuesta de Ruanda ante el brote reciente de virus de Marburgo, contenido en menos de tres meses.

Acuerdo entre Gilead y el Fondo Mundial para mejorar el acceso

Como era previsible, el gran protagonista en lo que a innovación terapéutica se refiere fue lenacapavir, un nuevo fármaco inyectable de Gilead de acción semestral que ha demostrado una eficacia cercana al 100 % en la prevención del VIH. Es la primera vez en la historia que, en pro de la equidad en el acceso, un producto para la prevención del VIH se introduce en países de ingresos bajos y medios simultáneamente con los países de ingresos altos. El arsenal se amplía también con MK-8527, una pastilla oral mensual en fase de prueba y con la consolidación del uso de cabotegravir inyectable entre adolescentes y jóvenes.

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