La Consejería de Salud de Cantabria ha activado este mismo jueves el protocolo de enfermedades hemorrágicas para abordar un posible caso de la enfermedad del virus de Marburgo. La paciente de mediana edad en cuestión había regresado recientemente de Guinea Ecuatorial y presentaba fiebre, vómitos y cefaleas, síntomas que concuerdan con esta enfermedad, lo cual llevó a activar los procedimientos establecidos y a colocarla en aislamiento. Por el momento, ha sido ingresada en el Hospital de Valdecilla en Santander a la espera de que se confirmen los resultados de las muestras en laboratorio del Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda (Madrid). Es importante destacar que el virus de Marburgo es similar al ébola y puede causar una enfermedad grave.
Cabe recordar que esta alarma suscita cierto nerviosismo teniendo en cuenta el brote que se ha producido en los pasados meses en el mismo país al que había viajado la paciente. En Guinea Ecuatorial, se trataba de un segundo brote, después del que tuvo lugar el pasado mes de julio, causado nueve fallecimientos y aproximadamente 20 casos sospechosos. Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebró una reunión de emergencia para evaluar la magnitud del mismo, así como para discutir sobre los tratamientos disponibles y el progreso de las vacunas contra este virus. Cabe destacar que este virus tiene similitudes con el temido ébola, perteneciendo a la misma familia de filovirus, una enfermedad que generó una gran alarma internacional hace algunos años y que presenta una alta tasa de mortalidad.
ALTA LETALIDAD
La propagación de este virus zoonótico, que se transmite de animales a personas, ocurre principalmente a través del murciélago de la fruta, que actúa como el huésped natural del virus. El contagio se produce directamente de estos mamíferos a los seres humanos y luego se puede transmitir de persona a persona. Además, el virus también puede transmitirse mediante la manipulación de animales vivos o muertos.
La transmisión entre personas ocurre principalmente por contacto directo de la piel dañada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de personas infectadas. Asimismo, también puede ocurrir a través del contacto con superficies y materiales contaminados.
Los síntomas se manifiestan repentinamente con fiebre alta, fuertes dolores de cabeza y malestar general. Además, muchos pacientes experimentan síntomas hemorrágicos graves en los primeros siete días desde el inicio de la infección.
TRATAMIENTO
La enfermedad, fue identificada por primera vez en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo, de ahí su nombre. Los técnicos de laboratorio que estudiaban monos importados de Uganda resultaron infectados, lo que llevó al descubrimiento de esta enfermedad.
En cuanto al tratamiento, no hay vacuna ni tratamiento específico, aunque, en la actualidad, se están investigando diversos tratamientos prometedores para la enfermedad, que abarcan desde productos sanguíneos hasta terapias inmunológicas y farmacológicas. Además, se están llevando a cabo pruebas clínicas y recopilando datos de fase 1 sobre más de treinta vacunas candidatas.
Por otro lado, la atención de apoyo (rehidratación oral o intravenosa) y el tratamiento de los síntomas específicos aumentan las posibilidades de supervivencia, sobre todo el países poco desarrollados.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios