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Esto es lo que pasa en nuestro cuerpo cuando damos un beso apasionado

Esto es lo que pasa en nuestro cuerpo cuando damos un beso apasionado

Esto es lo que pasa en nuestro cuerpo cuando damos un beso apasionado

Todos hemos dado alguna vez un beso apasionado. Es una experiencia intensa y emocionante que puede llevarte a sentir mariposas en tu estómago y aumentar la frecuencia cardíaca. Pero, ¿qué sucede exactamente en nuestro cuerpo cuando damos un beso apasionado?

Para comenzar, un beso apasionado puede aumentar la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa, lo que puede provocar una sensación de euforia y felicidad. Además, el beso apasionado puede aumentar la producción de oxitocina, una hormona que se relaciona con el vínculo emocional y la confianza. De igual manera, cuando nos damos un beso apasionado liberamos serotonina, otra sustancia que provoca una sensación de placer y que está relacionada con la sexualidad, el apetito y el sueño.

Cuando besamos apasionadamente, nuestra respiración se acelera y nuestro ritmo cardíaco aumenta notablemente, y esto puede hacer que nos sintamos más alerta y despiertos. Además, se ha demostrado que dar un beso apasionado pueden aumentar la liberación de adrenalina, una hormona que se relaciona con la respuesta de "lucha o huida", y esto lo explica la sensación de nerviosismo o excitación que a normalmente sentimos antes de un beso.

Además de estas reacciones químicas que se producen en nuestro cerebro, el beso apasionado también puede tener efectos físicos en nuestro cuerpo. Besar puede aumentar la producción de saliva, lo que puede ayudar a combatir las bacterias y prevenir las caries. Además, cuando nos besamos apasionadamente, nuestros músculos faciales se tensan y pueden quemar hasta 6.4 calorías por minuto.

Otra cosa que todo el mundo hace a la hora de dar un beso apasionado es cerrar los ojos. ¿Por qué cerramos los ojos al darnos un beso? El hecho de cerrar los ojos se debe a la dilatación que sufren nuestras pupilas a a hora de darnos un beso. Otra razón es que cuando cerramos los ojos, al quitarnos uno de nuestros cinco sentidos, automáticamente todos los demás se agudizan. Un ejemplo de esto puede ser cuando cerramos los ojos para poder escuchar mejor. 

La última cuestión que abordaremos de este tema es el porqué con algunas personas sí y con otras no sentimos esa pasión cuando nos besamos. Esto se debe a un grupo de genes llamados el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC): son genes encargados del olor. Aquí es donde entra la interesante reacción que tiene nuestro cuerpo y el porqué el hecho de besarnos no resulta algo apasionante con todo el mundo. Cuando el MHC de dos personas es diferente, tienden a atraerse mucho más, y esto se debe a que nuestro cuerpo es tan sabio que entiende que si estas dos personas procrearan y tuvieran un bebé, el sistema inmunológico del bebé sería diverso y tendría más posibilidades de combatir enfermedades.

El beso apasionado no solo es una experiencia emocionante y placentera, sino que también tiene efectos químicos y físicos en nuestro cuerpo: desde la liberación de dopamina y oxitocina hasta la aceleración de nuestra respiración y la tensión de nuestros músculos faciales. El beso apasionado involucra todo nuestro ser y puede tener efectos duraderos en nuestro vínculo emocional con nuestra pareja.

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