Semana Santa

Advocaciones Marianas en la Semana Santa almeriense

  • Todas ellas son la misma Madre y a ella dedicarán los Saeteros sus oraciones hechas cante

La Virgen de Fe y Caridad.

La Virgen de Fe y Caridad. / Javier Alonso

Una advocación mariana es una alusión mística relativa a apariciones, dones o atributos de la Virgen María. La Iglesia Católica reconoce innumerables advocaciones en torno a la figura de la madre de Jesús en los distintos momentos de la pasión, muerte y resurrección del Señor, a las cuales se rinde culto devocional de diverso modo en las Cofradías almerienses.

Al día de hoy, únicamente no cuentan con titular mariana tallada las siguientes Hermandades y Cofradías que realizan su Estación de Penitencia por las calles de la Capital de Almería de Sábado de Pasión a Domingo de Resurreción: Hermandad Juvenil del Santo Cristo del Perdón, Hermandad del Santísimo Cristo del Escucha y la Hermandad del Resucitado, aunque tendrá a María Santísima del Triunfo. Estrena la Semana Santa almeriense el Sábado de Pasión María Santísima de la Unidad (gubiada por Luis González Rey), bendecida en 2004 y custodiada en la Parroquia de San Ignacio de Loyola, del barrio de Piedras Redondas. El Domingo de Ramos son porteadas por cuadrillas de Costaleros en sus Pasos de Palio y acompañadas por mujeres enlutadas ataviadas con la clásica mantilla española Nuestra Señora de la Paz (talla anónima de la escuela granadina del s. XVIII) de la Borriquita, y las dolorosas bajo palio María Santísima de los Ángeles (de Antonio Joaquín Dubé de Luque, 1997), María Santísima de la Estrella (Luis Alberto García Jeute, 1992) y María Santísima de Fe y Caridad, bellísima imagen de la Virgen que encarna estas dos virtudes teologales, realizada por el afamado imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte en 1989 para la Hermandad Eucarística de Cofradía de Nazarenos de la Santa Cena y María Santísima de Fe y Caridad, que recorre desde la Iglesia parroquial de San Pedro las vetustas calles del casco histórico, bellamente vestida por Juan Gabriel Rosales. Las dos dolorosas que gubiaron las maravillosas manos de Luis Álvarez Duartey David Valenciano en 2000 y 2005, respectivamente, María Santísima de los Desamparados, de la Cofradía de Pasión y María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, de Gran Poder discurren por carrera oficial el Lunes Santo, recogiéndose en las Iglesias de Santa Teresa de Jesús y San Pío X. La titular de Coronación, María Santísima de Gracia y Amparo, Dolorosa en la sacra conversación con San Juan Evangelista (Salvador Madroñal Valle, Sevilla 1993) y Nuestra Señora del Primer Dolor, del Amor (Dolorosa bajo palio, de José María Hervás Benet, Almería 1952) salen de sus sedes canónicas en Iglesia de Santa María

Magdalena e Iglesia Parroquial de San Sebastián el Martes Santo. Día abarrotado de fieles el Miércoles Santo: Nuestra Señora de la Merced (de Antonio Joaquín Dubé de Luque, Sevilla, 1996) de la Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento y Jesús Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora del Amor y la Esperanza, de Estudiantes (1946, Castillo Lastrucci) entran en la Catedral de la Encarnación tras hacer su recorrido penitencial por las vetustas calles del centro de Almería. Coinciden en su discurrir procesional en esa tarde-noche con María Santísima de la Esperanza Macarena (Antonio Joaquín Dubé de Luque, 1988) sagrada imagen custodiada en la Parroquia de San Ildefonso y Nuestra Señora de las Lágrimas (autor Miguel Bejarano Moreno,2012) que regresa a su templo marinero de San Roque.

El esperadísimo encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con María Santísima de la Amargura (de Martínez Puertas, Almería 1943) tiene lugar en la Plaza Circular el Jueves Santo, idéntico día que procesionan Nuestra Señora de las Angustias (del granadino Navas Parejo-Pérez, 1942) al pie de la Cruz, sosteniendo en su regazo el Cristo yacente y Nuestra Madre María Santísima del Consuelo, de la Cofradía de Silencio, tallada por Castillo Lastrucci en 1946. Otro día grande para rezar también a María Santísima del Rosario del Mar en sus misterior dolorosos (Álvarez Duarte, 1996) a los pies de la Alcazaba. María Santísima de las Penas, bendecida en 2007 en la Parroquia de San Agustín, titular mariana de la Cofradía Caridad, es obra de Juan Manuel Miñarro López y está presente el Viernes Santo en la representación de los últimos instantes de Cristo en la tierra en los que muerto es trasladado al sepulcro. Este mismo Viernes Nuestra Señora de los Dolores, Dolorosa en su séptimo dolor bajo palio (de Nicolás Prados López, Granada 1945) acompaña al Cristo yacente, de igual autor en su Santo Sepulcro. Por último, Nuestra Señora de los Dolores (de José Pascual Ortells López, Madrid 1940), sale de la Iglesia parroquial de Santiago Apóstol representando a la Virgen en su soledad en su séptimo dolor tras el entierro de Cristo, regresando apenados San Juan Evangelista, José de Arimatea, Nicodemo, María Magdalena, María de Cleofás y María de Salomé. En la Provincia de Almería, casi todas las Hermandades de Pasión tienen sus titulares Marianas y Dolorosas bajo Palio. Siendo la enumeración muy extensa, a modo de ejemplo en el Poniente : Adra (María Santísima de los Dolores y Angustias), Berja (María Santísima del Amor y la Esperanza, María Santísima de la Amargura, Nuestra Señora de la Soledad), El Ejido (Angustias) y Roquetas (los Dolores). Y en el levante: Albox (Nuestra Señora de las Angustias, la Soledad, María Santísima de la Redención y Nuestra Señora de los Dolores), Cuevas de Almanzora (La Caridad, Las Angustias, La Esperanza, Los Dolores y la Soledad) y Huércal-Overa (La Paz, Las Angustias, La Esperanza, La Amargura y La Soledad) y un largo etcétera. Pero todas ellas son la misma Madre y a ella dedicarán los Saeteros sus oraciones hechas cante.

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