El Corpus en Almería: los niños de Comunión llenan de fe y alegría la procesión

A quienes ya peinamos canas, en esta festividad nos viene a la cabeza aquel dicho que repetíamos insistentemente en casa y en el colegio: ‘Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión’. Pero las fiestas religiosas fueron perdiendo protagonismo con la llegada de la democracia a España y las tres se cambiaron de fecha. Bueno, el Jueves Santo no se puede cambiar; sólo que en algunas autonomías dejó de ser fiesta; y el Corpus Christi, con la procesión de los niños de Comunión, se pasó en 1989 al domingo siguiente salvo en algunas ciudades donde tenía especial arraigo, como Granada, Sevilla o Toledo.

Es una procesión que se celebra en fechas de inestabilidad atmosférica: lo mismo llueve que hace bastante calor. Este 2023 ha tocado lo segundo. Se celebra la mañana del domingo siguiente a la octava de Pentecostés. Bueno, en Almería sale por la tarde desde 1862, ya que tiene bula papal para ello debido al calor que suele hacer; pero eso sí: ha de encerrarse antes de la puesta del sol... aunque la organización no es excesivamente estricta en esto.

Los actos previos a la procesión dieron comienzo a las 18 h. con la Misa Estacional en la S.I. Catedral, presidida por el obispo de Almería, Mons. Gómez Cantero, a la que asistieron religiosos, políticos, presbíteros, seminaristas, hermandades, cofradías, movimientos eucarísticos... en fin todo el orbe católico almeriense. Las misas de la tarde se suspendieron, como es tradición, en todas las iglesias para facilitar a curas y fieles la asistencia a la procesión que salió a las 7.20 de la casi veraniega tarde.

El vicario general de la Diócesis nos explicó en la entrevista que publicamos en este diario el sentido de esta procesión en la que no van imágenes sagradas sino la Custodia: “Es la gran celebración cristiana del Misterio Eucarístico, Dios con nosotros en la humildad de un trozo de pan. Esta celebración la instaura la Iglesia tras el resurgir de la fe hacia la Eucaristía en plena Edad Media, cuando en algunos lugares de Europa se lanzaban proclamas contra de la presencia de real de Cristo en la Eucaristía; y llega a nuestros días, que la celebramos con tanta fe e intensidad. Destaca la procesión con la Eucaristía por las calles de la ciudad, la alegría de los niños que han hecho su Primera Comunión, los religiosos, el Cabildo Catedral y el Obispo que la preside”.

Si algo caracteriza a la procesión que vivimos ayer es la presencia de un centenar largo de niños vestidos con sus trajes de Primera Comunión quienes ponen el toque de color, alegría e ilusión al cortejo procesional. En este momento hacen buena la petición de Cristo a sus discípulos: “¡Dejad que los niños se acerquen a mí!”. Más cerca del Cuerpo de Cristo no pueden estar. Niños, religiosos, autoridades políticas, Cofradías de Pasión y Gloria con los Estandartes, Cabildo Catedral Obispo, palio, Custodia, fieles... todos procesionaban por las angostas calles del casco antiguo hasta desembocar en Puerta Purchena. Allí se hallaba montado el tradicional Altar desde el que el Obispo dirigió una reflexión e impartió la bendición con el Santísimo a la multitud de fieles apiñados en ella y a lo largo del Paseo. La tarde seguía siendo calurosa, la ciudad entera estaba en la calle; y la procesión inició su regreso a la Catedral.