El Cristo de los valientes de El Parador

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Amargura del roquetero barrio de El Parador, tras sacar a la calle la procesión de la Borriquilla el Domingo de Ramos, ponía en manos de la Legión, el Martes Santo, un año más la tradicional y espectacular Guardia a su Protector y el posterior traslado a hombros desde la iglesia hasta la casa de la Hermandad, en uno de los momentos más esperados y espectaculares de la Semana Santa de Roquetas de Mar. Cientos de personas esperaban la apertura del templo para ver las evoluciones de la guardia legionaria, presenciando la primera el alcalde Gabriel Amat y varios concejales de su equipo de gobierno, como viene siendo habitual en los últimos años. Desde la seis y media de la tarde hasta las diez de la noche, en la iglesia parroquial de El Parador de La Asunción, dos escuadras de gastadores de caballeros legionarios, con relevos cada quince minutos, velaban en silencio sepulcral la imagen del Cristo de la Buena Muerte. Los legionarios son Hermanos Mayores Honorarios de esta cofradía. A partir de las diez de la noche, una vez que visitantes y vecinos habían presenciado la guardia, comenzaba el traslado del Cristo yacente hasta la Capilla de la Hermandad, recorriendo las calles de El Parador, con miles de personas esperando el impresionante momento. Acompañaban a la imagen dos escuadras de gastadores del grupo logístico II de la Legión, guiones y banderines, una sección de treinta caballeros legionarios y su banda militar. El itinerario fue desde la plaza de la Iglesia, pasando por calle Mayor, Carretera de los Motores, Carretera de Alicún, Avenida la Fabriquilla, Paco de Lucia, Ramón Gómez de la Serna y Capilla. Otra procesión tenía lugar en Roquetas de Mar en la noche del Martes Santo, ya que la Hermandad de la Expiración hacía estación de penitencia, a partir de las nueve y media de la noche, desde la Iglesia de San Juan Bautista del popular barrio de las 200 Viviendas. La procesión recorre las calles en silencio y de un modo espectacular.