SEMANA SANTA EN ALMERÍA

El Encuentro nos hace partícipes de una naturaleza divina

  • Multitud de almerienses y visitantes volvieron a congregarse en la Plaza Circular para presenciar uno de los momentos más álgidos y que mayor número de gente reúne de nuestra Pasión

El Nazareno, llegando a la Plaza Circular / J. GARCÍA

Miles de almerienses salieron a acompañar la procesión del Encuentro Miles de almerienses salieron a acompañar la procesión del Encuentro

Miles de almerienses salieron a acompañar la procesión del Encuentro / Javier Alonso (Almería)

La tarde quedó esclarecida y con su correspondiente arco iris tras la recia lluvia caída horas antes que presagiaban una tarde sin igual. Tras los Oficios litúrgicos del Jueves Santo, la plaza de España de Ciudad Jardín con la bandera nacional elevada hacia al azul cielo español, en donde se encuentra la Iglesia parroquial de San Antonio de Padua dio comienzo la Estación de Penitencia de la cofradía pasionaria más antigua actualmente existente en el concierto cofrade de la capital, la Hermandad del Encuentro, que representa de forma plástica la IV Estación del Vía Crucis con el lema JHS.

Un cortejo procesional penitencial que durante todo su recorrido lleva implícito su impronta franciscana por el estilo propio heredado de generaciones anteriores del Convento de Santa Clara, que dejaron el espíritu de gran devoción y fervor a Jesús Nazareno, cuyo rostro es aseado por la santa mujer Verónica en el doloroso camino de la Amargura hacia el Calvario, que se representó como en los últimos años en la vetusta plaza Emilio Pérez abarrotada de miles de almas que esperaban con unción esa simbiosis alegórica del Vía Crucis. Un momento estelar de recogimiento en la piedad popular almeriense, cada año más numeroso.

Un centenar de nazarenos revistos con los atributos de la penitencia con hábito con capa, antifaz y muceta morada, botonadura y cíngulo rojo, con escudo de la corporación en la parte central de la esclavina.Avanzaban camino del centro de la ciudad, primero para realizar el tradicional y multitudinario encuentro y a continuación su paso por la Carrera Oficial en su peregrinaje penitencial a la Catedral pasando por su anterior sede canónica el Convento de Clausura Santa Clara, tan recordada, con los tres pasos portados por costaleros y costaleras dirigidos por María del Carmen González Lucas, José León Silva y Martín Cayuela Ruiz respectivamente.

Es una cofradía que cuando está dando muestra pública de su fe, lo hace con esos sentires tan propios de los almerienses más tirando al levante de Salzillo que de la escuela sevillana de escultura, en su forma de entender la religiosidad popular almeriense desde esa impenetrabilidad de las almas que trasladan sus devotas imágenes. Los tres titulares fueron acompañados de los compases musicales procesionales de la Agrupación Musical del Cristo de las Aguas de Olula del Río, la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar de Huércal de Almería y la Asociación Musical Virgen del Río de Huércal-Overa, respectivamente con Verónica, Nazareno y Amargura.

Si el entorno de la Iglesia de San Antonio de Padua fue todo un multitudinario barrio dando muestras inequívocas de su fe, la llegada de las tres imágenes a la Plaza Emilio Pérez conocida en el vulgo como Plaza Circular fue el momento testimonial penitencial más elevado de concentración de cofrades y feligreses para rendir culto con contrición.

La corporación continuó su recorrido por el citado Paseo de Almería para adentrarse en el Casco Histórico, con visita al también nombrado Convento de las Claras y a la Catedral, antes de regresar nuevamente por la Plaza Emilio Pérez y reanudar el camino de regreso a su templo, la Iglesia de San Antonio de Padua. La hermandad hizo su entrada en el templo, con un barrio de Ciudad Jardín que la esperaba, pasadas las una y media de la madrugada.

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