Guardia y traslado del legionario Cristo de la Buena Muerte

Un año más el Martes Santo roquetero estará centrado en la Guardia del Legionario Cristo de la Buena Muerte y su traslado hasta la capilla de la Hermandad para ser velado hasta que salga en procesión el Jueves Santo por las calles de El Parador. Como siempre, el multitudinario traslado nocturno se realizará a hombros legionarios desde la parroquia de La Asunción, donde será velado toda la tarde por escuadras de gastadores, hasta la casa de la Hermandad, para ser instalado en el Trono. Es uno de los momentos más intensos de la Semana Santa roquetera y miles de personas vibrarán con las evoluciones de una treintena de hombres y mujeres armados procedentes de la base de Viator, junto a la banda de la Brileg, gastadores, guiones y banderines del Grupo Logístico, que como hace más de diez años completan un espectacular y emotivo recorrido nocturno en presencia de las autoridades locales.

En la nueva capilla de la casa hermandad situada en la calle Paco de Lucía se instala provisionalmente el Cristo yacente para que los fieles que lo deseen puedan venerarle en un besamanos antes de salir en procesión el Jueves Santo. La sagrada e imponente talla data de 1995, pesa unos 125 kilos y tiene una altura de casi dos metros, obra del imaginero sevillano Curquejo Murillo. La cruz está realizada en madera de cedro brasileño policromada.

La Legión acompaña el traslado por La Fabriquilla con sus tradicionales himnos entonando el 'Novio de la Muerte', coreado por los presentes, mientras el Cristo avanza al paso que le marcan los caballeros legionarios, hermanos mayores honorarios de la cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de La Amargura.

Antes, durante cuatro horas y con relevos de quince minutos, la imagen es custodiada por los gastadores vestidos de gala en la parroquia de La Asunción, en uno de los momentos álgidos de la Semana Santa local y más conocidos turísticamente. También el Martes Santo, la Hermandad de la Expiración hará estación de penitencia por la noche desde la Iglesia de San Juan Bautista del barrio de las 200 Viviendas hasta el centro, y volviendo al templo.

De riguroso negro, con capuchas rojas y portando faroles, el Paso será acompañado bajo un sobrecogedor silencio desde la emocionante salida del templo. Recorrerá varias calles hasta la céntrica plaza de la Constitución, donde tendrá lugar estación de penitencia en la iglesia de la Virgen del Rosario, junto al ayuntamiento. Después la comitiva volverá al espectacular templo de San Juan Bautista en las 200 Viviendas.