Naranjas, limones y manzanas adornan la Oración en el Huerto

Una de las tradiciones más arraigadas en la semana santa de Vélez-Blanco se repite cada Jueves Santo, la Oración en el Huerto con la imagen de Jesús Nazareno. A primera vista puede resultar algo normal, otra procesión más, pero esta tiene una peculiaridad, el paso no va adornado con flores, sino con unos 200 kilos de naranjas, limones y manzanas junto a ramos de olivos y laurel, tradición que no se sabe a cuando se remonta, desde la hermanad estiman que son más de cien años los que se lleva cumpliendo con esta tradición.

La Hermandad de la Cruz y Sangre de Cristo y del Santísimo Sepulcro data de 1586 pero tras vicisitudes históricas fue restaurada a comienzos de los años 80 por un párroco de la localidad. Sería a partir de este tiempo cuando se volviera con la tradición de adornar con fruta el paso del Nazareno, fruta que es donada por los hermanos. También se desconoce el motivo de engalanar el paso con piezas de fruta, se cree que fueron los hermanos los que llevaban fruta a la imagen de Jesús como prenda hasta llegar a nuestros días.

En silencio, solo roto por los sones de la banda municipal ha recorrido las principales calles de Vélez-Blanco la Oración en el Huerto acompañados por los miembros de la hermandad y los vecinos de la villa marquesal desde su salida en la Iglesia de Santiago Apóstol. Pero antes de salir a las calles la hermanad ha asistido a la celebración del la Última cena de Jesús en la que doce de sus miembros se han lavado los pies, como hiciera Jesús con los discípulos, como signo de humildad a imagen del Maestro.

La sobriedad y silencio es la nota característica de esta precesión que se vuelve alboroto al finalizar. Tanto los cofrades como los vecinos y foráneos se agolpan en torno al paso de Jesús Nazareno para recoger alguna fruta o rama de olivo para llevar a sus casas y guardar durante todo el año hasta el siguiente Jueves Santo.