Pablo Laynez, periodista de Diario de Almería, es cofrade y además de los antiguos. "La Semana Santa para mí no solo es desfilar y salir, es todo, yo la vivo religiosamente y bueno, es un privilegio haber empezado con prácticamente un año y aguantar hasta que el cuerpo me deje", comenta al referirse a su Cofradía, la Hermandad del Amor.

Se puede decir que ha crecido y visto pasar los años con ella, pues como señala, "en la Cofradía ni me acuerdo cuánto llevo porque era muy chico", recordando que "empecé saliendo con mi padre cuando no tenía ni tan siquiera uso de razón, tendría uno o dos años, sé que mi padre siempre me llevaba desde que se refundó la Semana Santa y cogió el estandarte y yo salía con él". Es un poco más tarde cuando empieza a ser consciente, "tendría cinco o seis años cuando me llegan los primeros recuerdos y entonces salíamos con la túnica azul claro, de color celeste, y salía al lado de mi padre sin capirote y poco a poco me iba gustando más la Semana Santa y también estudiaba en La Salle donde había mucha gente de esta Cofradía". Y conforme iba creciendo, Laynez ha ido pasando por diferentes sitios y tenido diferentes ocupaciones, "he salido con el sudario, llevando distintos báculos, he colaborado en todo lo que he podido a la hora del montaje e involucrado en todo que he podido en la Cofradía y cuando mi padre dejó el estandarte hace más o menos una década lo cogí yo y ya hasta que tenga la más mínima pizca de fuerza y sea capaz de llevarlo seguiré acompañando a mi Cristo del Amor y Nuestra Señora del Primer Dolor en su desfile procesional por Almería".

Es curioso cómo los caminos, aunque sean diferentes, pueden llegar a juntarse. Tanto los comienzos en el periodismo como en el mundo cofrade para este periodista fueron "distintos porque el periodismo dentro de lo que cabe es vocación y tu trabajo y el periodismo deportivo además estando con el Almería encima es mi pasión; y la Semana Santa es devoción, religiosidad popular, es sentimiento", destaca el periodista, aunque sí es cierto que "podemos decir que el fútbol y la Semana Santa son sentimientos, cosas que se llevan por dentro y se hacen con agrado y de forma altruista, pero el trabajo es algo distinto y le doy gracias a Dios porque hago lo que me gusta y encima estoy a gusto". Y es que Laynez se siente afortunado ya que como explica, "también tengo la suerte de que mis días libres son lunes y martes y yo procesiono el martes, por lo que podemos decir que mis tres pasiones que son el deporte, periodismo y Semana Santa las estoy realizando al completo".

Es inevitable preguntarle que para él qué es más difícil, si escribir la crónica de algún partido complejo o la del desfile procesional de su Hermandad del Amor. En este sentido, el periodista y cofrade lo tiene claro, "Compleja sería la vida de hermandad porque la haces por sentimiento y por Dios y su Madre que al fin y al cabo es la que nos ampara y nos da ese empujón cuando vas por el Paseo de Almería y empiezan a flojearte las piernas, ves que hay un parón y los costaleros necesitan refrescarse, los niños están más cansados y de alguna manera empieza a haber algo de anarquía por decirlo coloquialmente, ese último empujón te lo da la Virgen. Sigues porque te gusta y te encanta y quieres".