Miércoles Santo

Prendimiento, Aniversario Magnánimo

  • El Señor de los ojos verdes vistió túnica blanca y mantolín burdeos tal y como se bendijo en 1990, La Merced recibió una petalá en la calle Real,

Miércoles Santo en Almería, día del templo catedralicio de nuestra ciudad y para abrir esta fecha señalada en rojo para muchos fieles, la Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, el Señor Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced, puso en la calle y ante todos una impecable Estación de Penitencia, para que todos los fieles disfrutaran y vibraran de esta gran hermandad a la que arroparon a lo largo de todo su cortejo procesional por las calles del casco histórico capitalino.A las seis y cuarto de la tarde, y tras solicitar la venia para realizar la Estación de Penitencia, las puertas de la Catedral de la Encarnación abrían sus puertas apareciendo la Cruz Guía de alpaca plateada escoltada por dos faroles repujados en plata de ley, que precedían a las largas filas de nazarenos que portan cirios en sus manos para iluminar al Señor de los ojos verdes, Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento que este año dos mil quince celebra el vigésimo quinto Aniversario de su bendición. Aniversario al que también se sumó las condiciones meteorológicas, regalándonos un Miércoles Santo espléndido aunque se levantó el típico viento de Almería.Una salida complicada la de este paso de misterio de dimensiones apabullantes. Los costaleros excelentemente comandados por los capataces del misterio, Carlos Galice y David Marín, comenzaron a superar el dintel de la puerta no sin esfuerzo, pero con la merecida recompensa de mostrar a toda la ciudad la grandeza y misericordia de Jesús tuvo por nosotros. La plaza de la Catedral, en la que no cabía un alfiler estalló en una gran ovación. Instantes antes era el presidente de la Diputación Provincial de Almería, Gabriel Amat, el que realizó la primera levantá del paso en el interior del primer templo de la diócesis. En esta ocasión el misterio estaba adornado con clavel rojo, anthurium rojo, margaritas silvestres y yedra, como exorno floral. Un Jesús del Prendimiento que este año vestía con túnica blanca y mantolín burdeos, tal y como se le bendijo en 1990. También estrenaba nuevo juego de potencias tras el desgraciado robo que sufrió la casa de hermandad el pasado año.

Otra de las importantes novedades en esta estación de penitencia, fue la presencia de la sección juvenil de la Agrupación Musical Pasión de Linares que todos los años acompaña al Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento. Una vez ganó la plaza de la Catedral la Cruz Guía, esta sección se situó delante de ella y fue abriendo la procesión durante todo su itinerario hasta que, en la Plaza de San Pedro la sección juvenil esperó a los mayores de la Agrupación y fueron de la mano hasta Lope de Vega formando una alianza musical inigualable. Fue un hecho excepcional motivado por el vigesimoquinto aniversario de la bendición del Señor del Prendimiento.

Detrás del misterio, y como es costumbre, la Agrupación Musical Pasión de Linares, en la misma plaza de la Catedral interpretó Llegó tu hora, marcha compuesta por Francisco Ortiz para esta Agrupación Musical con motivo de la efeméride del Señor Prendió.

Cuando el misterio del Prendimiento se perdía ya hacía la Calle Cervantes para iniciar su andar por las angostas calles de nuestro casco histórico, los corazones de miles de fieles empezaban a latir con más fuerza. Eran momentos de emoción, fervor, amor a un Padre. Todo un año esperando para que el Señor Cautivo de Medinaceli se presentara de nuevo a todos los almerienses. La banda de cornetas y tambores de La Santa Cruz, de Almería, arropó con su sones al Señor de Almería. El alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, fue el encargado de realizar la primera levantá. Lágrimas, aplausos y vítores se entremezclaron entre el gentío que deseaba ver procesionar otro año más a un Señor Cautivo, que iba adornado con su tradicional monte de iris morados y, estrenaba igualmente un nuevo juego de potencias. Precediendo el paso los nazarenos portaban las cruces con el nuevo grabado que se ha realizado sobre las mismas con la leyenda "Cautivo".

Tras el Cautivo, su Madre. La Virgen la Merced, fue mecida a los sones de Santa Cecilia de Sorbas y con el gran trabajo de sus capataces, Luis Pardo padre e hijo. La Virgen de la Merced estrenaba entre su ajuar un nuevo pañuelo de seda.

Una gran petalá recibió a Nuestra Señora en la calle Real organizada como todos los años por su grupo joven, justo cuando los primero nazarenos ya se adentraban en la Carrera Oficial. El nuevo recorrido de la cofradía, subiendo por Plaza Marín para llegar a la puerta de la Iglesia de Santiago por Hernán Cortés, fue todo un acierto. Hacía las once y media de la noche, en la Plaza Jesús Cautivo de Medinaceli, se entonaron las últimas saetas a los titulares desde el balcón de la Casa de Hermandad, para decir adiós a los almerienses desde su Capilla, la del Prendimiento, hasta otro mágico Miércoles Santo.

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