Recogimiento en el Perdón

El Vía Crucis Penitencial del Silencio llenó de fervor y devoción las calles de Almería. Este año pasó nuevamente por la Catedral y por la Carrera Oficial.

Santo Cristo del Perdón portado por el grupo de horquilleros.
Santo Cristo del Perdón portado por el grupo de horquilleros.
José A. García Gonzálvez

27 de marzo 2013 - 01:00

Decir Martes Santo en Almería es decir Perdón. Con el permiso de las otras dos cofradías, Coronación y Amor, el Vía Crucis penitencial de silencio congregó, un año más, a multitud de fieles a las puertas de la Iglesia Parroquial de San Idelfonso que si el Lunes se abrían para ver salir a la Macarena con vítores y aplausos, esta vez lo hacían para ver la salida del Perdón con recogimiento y emoción.

A las 21:40 horas de la noche salió el guión y todo el cortejo desde la Escuela Sagrada Familia con dirección a la sede canónica de la corporación. Veinte minutos más tarde comenzó a salir el cortejo para enfilar la calle Ntra. Sñra. de las Mercedes hasta llegar hasta la calle Acosta. Con el replicar de los tambores y timbales que iban tras la cruz de guía y el toque de silencio interpretado por un penitente con la trompeta salió el Santo Cristo del Perdón.

El fervor vino unos metros más abajo. La calle Silencio se quedó chica al paso del Perdón. Únicamente los pétalos caídos desde uno de los balcones e postraban a los pies del titular, flanqueado por sus ya características cuatro antorchas en las cuatro esquinas del paso. Emocionante fue también el paso por la estrecha calle de las Tiendas.

Un año más, el Santo Cristo del Perdón llegó hasta las puertas de la Catedral de la Encarnación donde le esperaban miles de fieles. Su paso por el primer templo de la Diócesis fue esperado por la gran mayoría de fotógrafos para capturar esta bella instantánea.

Este año la Hermandad del Perdón sí pasó por la Carrera Oficial, cosa que en 2012 no hizo. A las 01:00 horas hizo su entrada en el Paseo de Almería con un toque de sobriedad impactante. Toda la Carrera Oficial se apagó al paso del Santo Cristo del Perdón. Únicamente los faroles de los penitentes y las cuatro grandes antorchas que iluminaban el titular cristífero ponían la luz a la tibia noche.

El regreso al barrio, como siempre, fue otro de los bellos momentos de la cofradía. Especialmente, sin duda, el paso junto a su Casa de Hermandad en la calle de las Cruces donde volvió a interpretarse el toque de silencio con la trompeta.

Pasadas las 02:00 horas la Hermandad del Perdón puso fin a otro Martes Santo redondo para todos sus hermanos. El Santo Cristo del Perdón y de las Lluvias veló, una vez más, precisamente porque el tiempo les acompaña durante todo el recorrido.

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