Solera e hidalguía de la Esperanza Macarena

Cuevas del Almanzora

Cientos de personas esperaban la apertura de las puertas del templo cuevano

La Esperanza Macarena.
La Esperanza Macarena.
Ricardo Alba

10 de abril 2009 - 01:00

Las calles de Cuevas del Almanzora están vacías excepto aquellas por donde discurre la carrera oficial de la procesión. Los cuevanos sacan sillas a la acera para ver de cerca a su Virgen, a su Cristo. Mientras llega el momento, una miradita al televisor; al parecer, el Barça le está haciendo un roto a un equipo de fútbol alemán.

Frente a la iglesia de la Encarnación, la multitud esperaba a la apertura de las puertas del templo. Mujeres con mantilla y peineta esperan a la Esperanza Macarena para acompañarla en el desfile procesional.

Los costaleros descienden con la Virgen sobre sus hombros. ¡A ver ese paso bonito, con pellizquito! Ntra. Sra. de la Esperanza es llevada con devoción, con fe. ¡Esos pies, despacito, la Virgen no pesa, así, muy bien! El redoble de tambores marca un andar pausado, los pies de los costaleros abrillantan el asfalto.

La Real Hermandad de San Juan data de finales del siglo XVII. Era la más purista en sus estatutos al punto de exigir a los cofrades para ingresar en ella que probasen su hidalguía y limpieza de sangre, pues sólo admitían a personas de notoria ascendencia hidalga.

El nuevo escudo de la Hermandad es una sutil combinación de elementos heráldicos. El conjunto del escudo está sustentado por el Ancla de la Esperanza, que le da simbología marinera. El eje vertical del Ancla está recogido por un elemento esencialmente cuevano, una torre, como símbolo de la Torre del Homenaje del castillo. A ambos lados del dicho eje figuran los elementos tradicionales de la Hermandad: el águila de San Juan y la cruz de la Orden de San Juan de Jerusalén.

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