Bajo Palio

Toros, cofradías y un Taurino

  • Arte de Cúchares. Desde los siglos XVI y XVII se dispone de información fidedigna sobre celebración de "regocijos" y correr toros en el marco de populares fiestas patronales

EL vínculo de las cofradías con el fenómeno taurino es un tema inédito en los medios escritos. Excepción hecha de la leyenda que (desde 1942) adorna el cartel de la Feria de Almería "en honor de la Virgen del Mar" y, por extensión, la publicidad del abono de corridas agosteñas. Sin embargo, tenemos documentación a partir del siglo XVI que acredita el protagonismo que estas cobraron en el montaje de festejos taurómacos; inexplicablemente, puesto que sobre ellas gravitaban sucesivas bulas papales prohibitorias. En un futuro próximo estos ocuparán el merecido capítulo en una obra que versará sobre la Fiesta en el conjunto provincial.

PRENDIMIENTO

Y ESTUDIANTES

Con el concurso de autoridades académicas, militares, sindicales, al concluir la incivil contienda española el gobernador Civil, Urbina Carrera, decidió impulsar en el marco del nuevo Orden político la formación de nuevas cofradías penitenciales hasta cotas impensadas. Así, en los pasados años 40/50 nacen las de Banca y Oficinas (Cristo del Amor), ExCautivos (Prendimiento), Estudiantes, Silencio (Sindicatos) y Angustias (militares). Todas ellas deben de recurrir, a pesar de la ayuda oficial, a otras vías para cubrir los gastos inherentes a los cortejos procesionales: compra de imágenes, tronos, enseres. Los festejos taurinos, especialmente las llamadas "novilladas económicas con regalo" son un excelente medio recaudatorio. De estas tenemos localizadas una decena de octubre de 1939 a octubre de 1955, con el domingo de Resurrección y previo a Feria como fecha más repetida y resultados económicos dispares. A beneficio de la Reconstrucción de Templos, Virgen del Mar (ermita de Torregarcía -alternativa de Juan Luis de la Rosa- y Coronación de la Virgen), Agrupación, Angustias y Buena Muerte, Banca y Oficinas, Prendimiento y Estudiantes, con la inclusión mayoritaria de toreros locales ávidos de oportunidades: Pepe Luque, Eduardo Rodríguez, Damián Ramón, Juan Leal, Posadero, Pepín Guerrero, Antoñito Vera, Pepín Cruz o Justo García. En Estudiante, José López Gay era su hermano Mayor y secretario Pepe Caballero, acreditado aficionado y encargado de entendérselas con ganaderos y apoderados.

ULPIANO DÍAZ

En Ulpiano Díaz Pérez confluían los sustantivos que dan título al artículo: hermano del Nazareno y Sepulcro e influyente hombre de negocios taurinos (la participación como componente de su cuadro artístico teatral lo posponemos a mañana). El personaje, de notable popularidad y consideración social, nació en la primavera de 1895 en González Garbín, céntrica calle del barrio de Las Huertas, próxima al Mercado de Abastos en cuya circunvalación tenía el despacho laboral y que después de su muerte (julio, 1981) fue rotulada a su nombre. Por sus venas corría la sangre murciana paterna y la granadina materna. Ulpiano optó por la soltería y no tuvo descendencia.

Aprendió las primeras letras en el Colegio de Jesús (posterior sede de Correos y Telégrafos), centro de enseñanza clasista fundado por el canónigo Navarro Daráx y en el que tuvo como compañero de pupitre a Federico García Lorca en los dos años que el niño-poeta residió en Almería, tutelado por el maestro Antonio Rodríguez Espinosa. Bien solo o con él solía acudir por las tardes al Parador de Martínez (c/. Juan Lirola) para ver entrenar de salón a la "cuadrilla de niños almerienses" formada por Manganote y Caldera y en la que destacaba Julio Gómez "Relampaguito", a quien ya consagrado llegó a apoderar al igual que a Enrique Vera, Juan Carmona, Juan Luis de la Rosa o Rafael Piqueras.

Tras estudiar en la Escuela de Comercio, decidió permanecer sine die en la Almería de su alma, rechazando ofertas de trabajos fuera. Guiado por su disposición literaria, ingresó con 17 años en El Día, comenzando a firmar crónicas y gacetillas con el seudónimo de Caireles. A partir de ahora su opinión se hizo presente en distintos diarios: El Mediterráneo, Heraldo de Almería, La Independencia y el semanario taurino madrileño Dígame, además de colaboraciones semanales en Radio Almería y Juventud. Las tareas periodísticas las alternó como "comercial" de firmas prestigiosas con el asesoramiento taurino y montaje de algunas corridas de toros (él mismo, en sus tiempos mozos, alimentó la afición vistiéndose de corto en docena y media de becerradas). En 1955 se produjo un giro copernicano en su quehacer profesional. Ese año aterrizó en Almería la poderosa y respetada Casa Chopera para hacerse cargo de la organización del abono de Feria, siendo fichado de inmediato por Pablo Martínez Elizondo como su representante, por indicación de José Tara, propietario del desaparecido Café Español del Paseo. Labor que desempeñó hasta su fallecimiento y que continuaría su sobrino Tatá González. En prueba de respeto a tan fecunda trayectoria, la peña flamenca El Taranto lo distinguió en 1975 (a instancia de José Mª Molina) con el escudo de oro al cumplir los 80 años de edad. Huelga señalar que Ulpiano Díaz Sánchez colaboró con distintas cofradías en la organización de festejos cada vez que acudieron a su oficina.

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