Vélez Rubio vibra con el Nazareno y la Virgen de los Dolores

La iglesia de la Encarnación es el punto de encuentro de todos los velezanos el Jueves Santo. Desde el interior del templo hacen estación de penitencia la Venerable y Sacramental Hermandad de Nuestro Padre Jesús y la Tradicional Hermandad de la Virgen de los Dolores.

Este día es uno de los días grandes de Vélez Rubio, es una jornada de fe y devoción que nadie quiere perderse. De entre los visitantes de la semana mayor velezana se encuentra del delegado de cultura, turismo y deporte, José Vélez que se ha acercado hasta la villa velezana a conocer y vivir las procesiones declaradas de Interés Turístico de Andalucía, quedando impresionado tanto por la calidad de las tallas como por la cantidad de manolas y penitentes que participan en los cortejos procesionales.

El primero en cruzar la dintel de la iglesia de la Encarnación ha sido la Venerable y Sacramental Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno que ha puesto en la calle tres pasos. El primero en salir tras los niños y la banda pequeña de la Hermandad ha sido la Oración en el Huerto seguido de un nutrido número de nazarenos para continuar con la imagen de Jesús cautivo escotado por una decena de soldados romanos que lo llevan hasta el pretorio donde se dictará sentencia de muerte en la precesión de las Cruces. El cortejo de los esclavos lo cierra de la Virgen de la Amargura y San Juan acompañado por un centenar de mujeres ataviadas de teja y mantilla acompañan a la Virgen en este día de sufrimiento.

Sin dar apenas tiempo a que los sones de la banda de música de Serón se pierdan en la lejanía, hacía su entrada en la plaza de la Encarnación la comitiva de la Tradicional Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores.

Ahora es turno de los cafés, los colores morados y amarillos se han tornado en blanco y negro al caer la noche. Es el turno de María, que acompañada por Nuestro Padre Jesús de Amargura, ha recorrido las principales calles velezanas.

Al caer la noche, cientos de vecinos y foráneos esperan ver a la Virgen en la calle. Pero antes le toca el turno a Jesús de la Amargura llevado por veintiocho mujeres que por unas horas son los pies de Jesús guiadas por Carlos Martínez y Esther Caballero. Sobre sus hombros recae el peso del Hijo del hombre que majestuosamente llevan a lo largo de todo el recorrido. Finalmente, después de los nazarenos y las mantillas, le toca el turno al paso de palio, la Virgen de los Dolores cierra el cortejo de una noche de fe y devoción velezana.