La Virgen de un pueblo de Almería que mueve los brazos cada Viernes de Dolores
Semana Santa 2023
Todos los años la iglesia de la Purísima Concepción se llena para ver las bendiciones de la Virgen
En cada pueblo de Almería la Semana Santa se vive de forma diferente. Son muchos los que tienen procesiones o misas peculiares que no solo atraen a los fieles del propio municipio, sino que también llaman la atención de los visitantes que buscan ese encanto propio de lo genuino.
Uno de esos pueblos con una Semana Santa distinta, en muchos aspectos, es Turre. Este pequeño municipio del Levante Almeriense ha sabido mantener sus tradiciones más ancestrales y conserva ritos como el que se celebra cada Viernes de Dolores en su parroquia: las bendiciones de la Virgen de los Dolores.
Como cada año (excepto en 2020 por culpa de la pandemia), la Semana de Pasión ha comenzado con uno de sus eventos más esperados: la misa del Viernes de Dolores. Desde antes de que comience la misa los bancos del templo ya están abarrotados de fieles. Se trata de una ceremonia muy especial presidida por la Virgen de los Dolores en la que la patrona de Turre mueve los brazos —literalmente— para bendecir a su pueblo.
Pasadas las 19:30 horas comenzó la misa en una abarrotada iglesia de la Purísima Concepción. Y es que se trata de una tradición muy arraigada en Turre que reúne a cientos de fieles en la iglesia. “Es el día que congrega a más personas , vivan aquí o estén fuera”, explicaba la alcaldesa de la localidad, María Isabel López, hace un año. Es un día en el que todos los turreros, “ya sean de nacimiento o de corazón" regresan al pueblo, según dice López. Una tradición que pasa de abuelos a nietos.
"Virgen Santísima de los Dolores bendice a todos los hijos de Turre que están fuera y que especialmente hoy se acuerdan de ti. Que en estos momentos sientan tu bendición. Virgen Santísima de los Dolores, bendícelos”. Así dice la primera de las plegarias que dice el sacerdote, cada año, a lo que la Virgen responde abriendo lentamente sus brazos en señal de bendición.
Y así, con diferentes fórmulas, hasta en cinco ocasiones; por los trabajadores, enfermos, etcétera. La Virgen de los Dolores está articulada. Una persona se coloca tras la imagen para mover sus brazos con cada bendición. Así desde hace décadas.
Además, durante la misa el Coro Parroquial de Turre le canta las novenas a la Virgen de los Dolores. Las Novenas comienzan 13 días antes del Domingo de Ramos, siendo su duración es de una semana cada una. Las primeras, las del Señor, seguidamente comienzan las de la Virgen, Nuestra Señora de los Dolores.
Las novenas constan de dos partes: la primera es una misa, de media hora de duración, y la segunda es lo que denominan propiamente La Novena, que consiste en que un grupo de personas, el coro, le canten a la Virgen, los siete dolores por las siete flechas que lleva clavadas en el pecho, en el caso del Señor le cantan por los tres clavos que lleva clavados. El último día de las novenas de la Virgen, bautizado como el Viernes de Dolores, se hace la novena igual a las anteriores, con la particularidad de que cada vez que se empieza un “Dolor” (canción o alabanza) la Virgen abre los brazos para bendecir al pueblo y a todos los presentes que han acudido a esta cita.
Otras procesiones peculiares
No solo el Viernes de Dolores es peculiar en Turre. Famosas son las carreras de San Juan, tanto el Viernes Santo, en la Procesión del Encuentro, como en el Domingo de Resurrección.
En la Procesión del Encuentro, el viernes a las 11:00 horas, los pasos de la Virgen de los Dolores, San Juan Evangelista y Jesús Nazareno interactúan entre sí como si una representación teatral se tratase. San Juan, a la carrera, va al encuentro de la Virgen para contarle donde está su hijo prisionero. Para asegurarse, hace el recorrido tres veces, hasta que la Virgen decide acompañarlo y juntos corren al encuentro con Jesús. Antiguamente, unos romanos le impedían el paso cruzando las espadas.
Del mismo estilo es la procesión del Domingo de Resurrección, cuando San Juan corre varias veces hasta el sepulcro vacío para después, junto a la Virgen, encontrarse con la imagen del Resucitado. En ese momento los cohetes estallan en el cielo, la banda de música toca el himno de España y la Virgen cambia su manto negro por un vestido celeste, mientras las imágenes bailan al son de la música.
También llama la atención el desfile procesional del Martes Santo a las 22:00 horas. Los gitanos cantan saetas mientras que portan en hombros por las calles del pueblo al Cristo de la Misericordia.
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