HISTORIAS COFRADES

Hay que ser hermanos

  • La parte de Caridad siempre ha sido una de las que más me han llamado la atención

El Santo Cristo de la Escucha por la Plaza de la Catedral El Santo Cristo de la Escucha por la Plaza de la Catedral

El Santo Cristo de la Escucha por la Plaza de la Catedral

El Papa Francisco, para comenzar la Cuaresma 2019, escribió que “pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión. Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros mismos, y dirijámonos a la Pascua de Jesús; hagámonos prójimos de nuestros hermanos y hermanas que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales. Así, acogiendo en lo concreto de nuestra vida la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, atraeremos su fuerza transformadora también sobre la creación”.

El hermano crea, se preocupa por construir un mundo mejor desde lo que puede, aportando su granito de arena. Hay personas que realizan esta tarea, aunque muchos no lo crean, siendo parte de una hermandad. Porque la hermandad es mucho más que sacar un paso a la calle o como muchos creen, recoger dinero para dorar un paso y tener lo mejor de lo mejor. La hermandad trabaja todo el año y no solo 40 días antes de la Semana Santa.

Aunque ya lo sabía, este año he podido comprobar esto más que nunca debido a que he tenido más tiempo libre. Por ello, he podido pasar más tardes en la Casa de Hermandad y he refrescado el trabajo y responsabilidad que significa pertenecer a una Cofradía.

Si voy temprano, me encuentro siempre al tesorero ensimismado con las cuentas para que todo cuadre y la Hermandad lo tenga todo en orden tanto por su bien como por si algún hermano necesita saber su situación o algún dato de los que se puedan decir. Todo hay que tenerlo claro y más cuando lo que tienes no es tuyo, hay que recordarlo, es de todos los hermanos que forman parte.

Avanzando la tarde, llega el prioste con un grupo de amigos-hermanos para trabajar en algo. Siempre hay algo que hacer. Si no es montar un triduo o hacerse de lo necesario para ello es limpiar la orfebrería, ver el estado de algunas varas, ordenar la sala, adelantarse para algo que viene pronto… no hay tiempo para el aburrimiento y por supuesto, es bien recibida toda mano que se acerque a ello, sea hermano, hermana o no, de lo que se trata es de sumar fuerzas.

Entre tanto, también llegan un grupo de camareras de la Hermandad para hacer otra serie de cosas. Coser algunas túnicas, ver el estado de otras, bordar lo que haga falta o hacer algo nuevo para estrenar este año… lo mismo pasa con lo que he dicho antes, todo hermano o hermana que lo desee es bien recibido así como el que tenga interés en aportar.

Con la Casa de Hermandad a pleno rendimiento, me da por acercarme a la sala donde se encuentra la diputada de Caridad. Veo una parte dedicada a la comida y otra con ropa, juguetes e incluso algún mueble. “¿Me ayudas a sacar estas bolsas a la calle?”, me pregunta la diputada, que en el camino me explica que son para cargarlas en una pequeña furgoneta para que uno de los hermanos vaya a repartirlas en algunas casas que lo necesitan y que hoy no han podido venir a recogerlas. “Y mañana si puedes venir me serías de gran ayuda, que tenemos que llevar este armario y esta mesa a una casa”, me comenta.

Tengo que confesar que la parte de Caridad siempre ha sido una de las que más me han llamado la atención. En silencio, trabajan a diario para que las personas que más lo necesitan puedan tener una vida mejor en todos los sentidos: libros para estudiar, alimentos, ropa, inmobiliario… todo lo necesario y que tengan disponible con las donaciones que realizan los hermanos o simpatizantes para que, como dice el Papa, tengamos fuerza transformadora en la creación.

Esto es ser hermano. Transformar todos los recursos disponibles en algo útil. Pero no solo en la Hermandad, sino extrapolarlo a la vida diaria, aquella en la que tenemos que dar ‘el do de pecho’. Y tanto las hermandades, oenegés como iniciativas privadas son una buena base para comenzar a trabajar por ello.

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