XXXIV Edición

Vivencias, costal, faja y oficio en el pregón del costalero pronunciado por Ricardo Salvador

  • El cofrade de Pasión exaltó este bendito 'mundillo' en un acto organizado por la Hermandad de las Angustias en la Iglesia de la Compañía de María

  • Concluyó el acto con un concierto a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen

Ricardo Salvador durante su exaltación.

Ricardo Salvador durante su exaltación. / Baltasar Gálvez

“Un golpe, otro golpe y otro golpe más. Golpe de llamador como el son de un despertador que amanece. Un golpe, otro golpe, y otro golpe más. Amanece. Dulce rutina de cada día. Pero no hay amanecer igual al anterior. No hay amanecer que nos de la misma luz que el anterior. No hay día igual al anterior, ni tarde igual a la anterior. No hay días como el anterior. Un golpe y otro golpe y otro golpe más. Levanta nuestro paso: Amanecer de primavera. Amanecer de Cuaresma”. Así arrancó Ricardo Salvador Moriñigo el pasado sábado, en un marco incomparable como es la Iglesia de la Compañía de María, el XXXIV Pregón del Costalero organizado por la Hermandad de las Angustias tras ser presentado por el expregonero Víctor Pérez.

En el segundo pregón que realiza este joven cofrade, colaborador de Diario de Almería en las páginas de Pasión, Salvador mezcló la prosa y la poesía con el oficio del mundo costaleril en Almería y con sus vivencias personales bajo las trabajaderas, a las cuales llegó “algo tarde” como reconoció el propio pregonero aunque como bien dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena. Todo ello siempre haciendo un guiño especial a esta corporación del Jueves Santo que desde hace más de tres décadas organiza esta cita.

El Hermano Mayor, David Colomera, entrega un cuadro al pregonero. El Hermano Mayor, David Colomera, entrega un cuadro al pregonero.

El Hermano Mayor, David Colomera, entrega un cuadro al pregonero. / D. A.

Tras los protocolarios saludos y agradecimientos, Ricardo Salvador se enfundó la faja y el costal para hablar del mundo del martillo y el de las benditas trabajaderas en la ciudad almeriense. “El mundo del costal, se está convirtiendo probablemente, en una de las mejores vías para acercar a los más jóvenes a las Cofradías, a la Semana Santa, y a la Iglesia, es decir, a Dios”, indicó en su intervención.

Después llegó el momento de exaltar, sin obviar en ningún momento el plano costaleril, a la corporación de las Angustias: “El Jueves Santo tiene su particular lanza directa al más profundo sentir, que es la Hermandad de las Angustias. Filas de nazarenos incesantes, largas, colocadas con una exquisita estrechez, como si quisieran dar calor a lo que acontece esa noche en el monte calvario. Filas de nazarenos de diversas alturas, pero muchos de altura pequeña, que demuestra el gran futuro que se le augura a la Hermandad”, dijo Ricardo Salvador.

El pregonero, entre versos y prosa siguió desglosando su pregón hablando, a continuación, de su sentir como costalero. “Quiero que vean a través de la mirada del costalero lo que significa tan digno oficio y tan antigua tradición. Hoy quiero que vean la costalería desde los ojos de la gente de abajo, no de fuera del respiradero hacia dentro, sino de dentro del respiradero hacia fuera”. Continuó Ricardo homenajeando también a la Almería costalera y a todos los cofrades. “Y ahora para terminar, antes de arriar este paso, aprovecho mi relevo para dar un trago de amor por este oficio. Bien sabemos todos que no podemos juzgar la forma que el pueblo tiene de sentir su fe. Somos un pueblo de costumbres, un pueblo con fervor, con pasión, un pueblo con una clara idiosincrasia…por qué vamos a ponerlo en duda nosotros”, matizó.

Concluyó el pregonero de este año conjugando, como comenzó, versos para recordar, en esta ocasión, a todos y cada uno de los pasos e imágenes que en pocos días volverán a evangelizar por una semana a todo el pueblo de Almería cuando hagan su Estación de Penitencia por las calles de la ciudad. Un caluroso aplauso al pregonero sirvió de precedente para dar paso a la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen de Almería, la cual puso el broche de oro a este acto interpretando varias marchas procesionales para el deleite de todos los asistentes. El pregón concluyó con la entrega de recuerdos.

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