La noche se tiñe de grana al salir el Cristo de El Perdón
La cofradía de los porcelanos celebró su día grande bajo el silencio en la que también desfiló la Virgen Esperanza bajo palio
Cuando la tarde se hace noche, el silencio es roto por el tronido de los tambores y las cornetas que anuncian la salida del Cristo del Perdón y los Afligidos. Es miércoles santo, el día más importante para la cofradía de los "porcelanos" como se conoce en Vélez Rubio. Puntual a su cita, el miércoles santo por la noche, hace estación de penitencia la Cofradía del Cristo del Perdón y los afligidos y la Virgen de la Esperanza. A las nueve en punto, como marca la tradición, la junta de gobierno acompañado por la banda grande y pequeña, enfilan desde la casa de hermandad hasta la Iglesia Parroquial de la Encarnación para procesionar a sus titulares. Es un noche de ilusión tanto los más mayores de la cofradía como los más jóvenes están deseosos de ver a "su Cristo" por las calles de Vélez Rubio, mas cuando no se pudo realizar este año, en la calle, el vía crucis anual de la hermandad por la lluvia que azotaba a todo el sureste español y por ende el norte de la provincia.
Todo está listo en el interior del templo a la llegada de la comitiva. Los cincuenta y ocho hombres que portan sobre sus hombros los cerca ochocientos kilos de peso del trono del Cristo del Perdón, elaborado por los Hermanos Tirado Carpio en cedro real, están preparados para iniciar la procesión, todo a la espera que el mayordomo dé la orden de comenzar.
Las puertas del templo se abren para empezar a desfilar casi un centenar de nazarenos , envueltos en capas granates y túnica gris y un cirios en su monos. Ya se presagia la salida de la imagen titular de Cofradía, el Cristo del Perdón y los Afligidos, obra del imaginero valenciano, Enrique Galarza, se encamina silenciosa y lentamente desde la parroquia a la plaza de la Encarnación donde cientos de velezanos esperan su salida.
Tras el respectivo himno, son los sones de "Caridad del Guadalquivir" interpretados por la banda de la cofradía, los que inician una estación de penitencia de casi cuatro horas.
Y tras, la imagen de Jesús Crucificado, un centenar de "manolas", o mujeres de mantilla, acompañan a la Virgen de la Esperanza que este año estrena nuevo palio y faldillas, bordadas por los talleres Perales de Torralba de Calatrava en Ciudad Real. El nuevo palio, bordado en oro, aun no está terminado, le falta el techo, aunque se ha realizado el bordado de las bambalinas en las que se puede ver, además del escudo de la cofradía en su frontal, el escudo de Vélez Rubio en la trasera.
Después de recorrer las principales calles de Vélez Rubio, en torno a las una y media de la madrugada hacía su entrada en la parroquia de la Encarnación la Cofradía del Cristo del Perdón y los Afligidos.
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