Una vestimenta que tiene mucha historia

reportaje

Los nazarenos son vestidos con sus equipos y túnicas, pero el vestuario conlleva un proceso previo de reparto

Miembro de la Hermandad prepara el vestuario.
Miembro de la Hermandad prepara el vestuario. / Fotos. Diario De Almería
José Luis Paredes

13 de abril 2017 - 02:30

Estamos en Semana Santa y vemos como lo más normal del mundo a los nazarenos o penitentes que acompañan a las imágenes por las que sienten devoción en cada uno de los días. Todos uniformados, con las túnicas impecables para formar parte de un cortejo compacto durante las horas que dure su estación de penitencia. Pero si vamos más allá, cada túnica que lleva cada persona que se transforma en unas horas en nazareno para profesar su fe y devoción tiene una historia detrás y nace de un sitio, concretamente de las casas de hermandad de cada una de las cofradías que forman parte de nuestra Semana Mayor y que previamente a esta gran semana, conlleva un proceso de reparto, revisión y minuciosidad para que todo esté en perfectas condiciones cuando llegue el gran día.

Como suele ocurrir con todo, el reparto de túnicas ha evolucionado con el paso de los años en las hermandades. "Estos años la gente viene y se lleva las túnicas con bastante antelación y en concreto, llevábamos diez días dando túnicas y nos quedaban nada y menos", comenta Rafael Quero, hermano de Prendimiento que lleva bastantes años encargado en esta tarea. Apunta que "la gente tiene muchas ganas y de hecho, el primer día de reparto fue un lunes que llovía mucho y hacía mal tiempo y vino muchísima gente". Además, la tendencia también está cambiando. Rosa Ferrer, mayordoma de Coronación, señala: "El reparto de túnicas ha evolucionado a lo largo de los años en esta Hermandad porque antes había que llamar a los hermanos, a los penitentes de los años anteriores, pero ya esto ha pasado a la historia y ahora vienen por sí solos y recogen su papeleta de sitio y túnicas".

Los números de nazarenos crecen y cada vez se nota más participación por parte de los almerienses, como destaca Juan Antonio Martínez, diputado de Comunicaciones de Angustias que también ejerce como fiscal del paso de la Virgen desde hace tres años, "la retirada de papeletas de sitio de personas que salen con el hábito de la hermandad cada año va a más, el año pasado superamos las 310 y este año por las mismas alturas ya casi alcanzamos esa cifra y al final las expectativas que teníamos las superamos con creces", además de que es "significativo que un 90 por ciento de los que retiraron la papeleta de sitio son personas que repiten de años anteriores, lo que sumado a un aumento significativo de nuevos hermanos, que este año juran las reglas cerca de 50 nuevos hermanos, y otras personas que salen por primera vez, explica la gran subida en la nómina de la estación de penitencia se explica".

Estar en el reparto de túnicas conlleva vivir muchas experiencias, ya que las personas que van a recogerlas tienen dudas, preguntas, o simplemente muestran su ilusión por obtener su túnica. "La gente que viene a recoger las túnicas se les ve con mucha ilusión y muchas ganas, y sobre todo los niños, vienen con una gana inmensa y el que se va sin una túnica porque no hay de su talla se te parte el corazón porque ves que se va llorando y con cara de pena, por lo que tú haces todo lo posible para que pueda salir y cuando la terminas consiguiendo, ves que el niño viene con una cara que parece que se le ha aparecido la Virgen de la Alegría", comenta Quero, mientras que hay otras personas que van a cuestiones más técnicas, "suelen preguntar que si se puede lavar el traje o temas de capirote o cómo suelen llevar velas", señala Ferrer, o destacan impresiones de años anteriores, "suelen comentar que la procesión no se le hace nada ardua porque el ritmo andando es bueno, hay pocas paradas y el horario es muy bueno", apunta Martínez.

Cuando la estación de penitencia termina, salvo las túnicas que son en propiedad como ocurre en algunos casos, se recogen y vuelven a la casa de hermandad y en este sentido, el trato que se les ha dado suele ser el óptimo. "Las túnicas cuando termina el desfile procesional se quedan con nosotros en la Hermandad y vienen bien, la gente es consciente de que tiene que cuidarlas, suelen venir manchadas de cera del desfile pero es normal, por lo general están bien", afirma Quero, algo que corroboran tanto Ferrer, "en general suelen tratar bien las túnicas, se manchan mucho de cera pero es normal", como Martínez, "en general todo el mundo trata bien los hábitos de penitencia".

Es tal la implicación de las personas que recogen su equipo de nazareno que se puede llegar a sentir su devoción. "Sientes que cuando se está probando la túnica esa persona está transformándose", comenta Quero, mientras que Ferrer se pregunta que "no sé hasta qué punto se puede llegar a notar la devoción de la persona que viene a recoger su papeleta de sitio, pero sí es cierto que te dicen muchas veces y a lo mejor en la expresión de la cara sí se nota que cada Martes Santo ellos tienen algo para ir con la Virgen o el Cristo, y vienen muchas veces de Huércal o de Alhama a sacarse su papeleta de sitio y ves que lo tienen muy claro dónde quieren salir, es cierto que se le nota una chispita ahí".

Y es que como todo, la evolución y el paso de los años también es importante para el nazareno, "a los más jóvenes la ilusión se les nota en la cara, para muchos de ellos significa salir en la cofradía de su cole, con su gente con la que conviven diariamente, y conforme crecen, también lo hace el sentimiento de pertenencia a la hermandad y la devoción por los titulares", destaca Martínez, que además apunta que "un detalle que manifiesta esta devoción es la asistencia a los cultos, los traslados y el interés por el sitio más o menos cercano a la imagen en la procesión, que depende de su antigüedad como hermanos".

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