80 años del discurso más famoso de Churchill

Winston Churchill, reconocido en todo el mundo como político y exponente de la resistencia contra los nazis. Ahora, el 13 de mayo, se cumplen también 80 años de uno de sus discursos más famosos y, en concreto, su frase: "No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor".

Hijo de lord Randolph Churchill, fue el tercer hijo del séptimo duque de Marlborough, y de Jennie Jerome, una de las hijas del millonario estadounidense Leonard Jerom. Churchill fue educado en el prestigioso internado de Harrow.

Con 21 años se alistó en el ejército y como soldado también fue corresponsal de guerra para periódicos como The Daily Graphic.

Y en el año 1900 comenzó una una carrera política que iba a durar 60 años, ocupando los cargos de Primer Lord del Almirantazgo, ministro de Municiones, Ministro de Hacienda y Primer Ministro.

Además, fue reconocido como máximo exponente de la resistencia europea contra los nazis, historiador y Premino Nobel de Literatura. "El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo", sentenció.

Sangre, sudor y lágrimas

El 13 de mayo de 1940, pronunció, quizás, su discurso más famoso, pronunciado ante la Cámara de los Comunes del Reino Unido, recién asumido el cargo de Primer Ministro mientras los aliados sumaban derrotas frente a la Alemania nazi.

Su discurso, que comenzó recordando que estaban en los preliminares de una de las grandes batallas de la historia, continuó diciendo que esparaba que "cualquiera de mis amigos y colegas, o antiguos colegas, que están preocupados por la reconstrucción política, se harán cargo, y plenamente, de la falta total de ceremonial con la que ha sido necesario actuar. Yo diría a la Cámara, como dije a todos los que se han incorporado a este Gobierno: No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor".