Uno de los sectores más afectados por la pandemia del coronavirus ha sido el de la educación. Profesores, alumnos y padres han tenido que reinventarse durante el curso pasado trasladando y corrigiendo las materias de manera telemática y superando, en muchos casos, la brecha informática con la que cuentan muchos niños en sus casas.

Es por esa y otras razones que la demanda de profesores particulares ha aumentado un 236% en primaria y un 314% en secundaria, según un estudio realizado por la web especialista en empleo Jobatus.

El mismo portal aclara que no únicamente se trata de crisis económica, sino, además, la incertidumbre que hay con respecto a la apertura de los colegios -sin saber cuánto tiempo estarán abiertos afectando eso a la conciliación- lo que está afectando a los padres que no saben qué va a ocurrir con la educación de sus hijos.

Incertidumbre

Las clases ya han comenzado, de momento, de manera presencial. Lo que realmente se desconoce es cuánto tiempo se podrá seguir así, ya que la mayoría de los centros cerrarán ante la presencia de más de dos casos positivos por covid en distintos grupos.

Si esto sucediera, todas las previsiones desembocan en que los colegios volverán a impartir las clases vía digital -que obliga a los alumnos a ser más autónomos a la hora de estudiar- hecho al que los padres no están dispuestos a enfrentarse de nuevo, por lo que muchos han comenzado a contratar profesores particulares que apoyen y ayuden a los chicos a avanzar con sus temarios.

Conciliación

Si los colegios cierran, otro de los problemas para los progenitores es que tanto para los que teletrabajan como los que han de ir al trabajo físicamente les es muy difícil conciliar la vida familiar y laboral. Esto he permitido que surja un nuevo concepto de trabajo: un híbrido entre canguro y profesor particular.

Porque, a estas alturas, cuidar de los más pequeños de la casa ya no es suficiente. Las personas que cuidan a los hijos deben tener, además, las capacidades adecuadas con el fin de sustituir la formación presencial que no van a poder tener en el colegio si este cierra de nuevo.

Suele decirse que, de los momentos más duros, surgen grandes oportunidades laborales, sobre todo para los jóvenes titulados de entre 18 y 35 años que han sufrido una segunda crisis económica en un periodo inferior a 15 años.

Opciones al cierre de colegios

Aunque no todas las familias puede permitírselo, se ha exportado a España una figura muy recurrente en Reino Unido. Se trata de los "supertutores", es decir, profesores particulares de lujo, que pueden cobrar desde 150 hasta los 1.500 euros por una hora de clase. Algunos ejercen de au-pair incidiendo en la educación de los niños.

Otra novedosa idea para sobrellevar el problema del cierre de los colegios se está ejerciendo en Estados Unidos. En realidad todavía no ha llegado a España y tampoco se sabe si sería efectiva y legal en nuestro país.

Estamos hablando de los "pandemic pods". Son grupos muy reducidos de niños que se reúnen en una misma casa con un profesor particular para todos ellos. Se trataría de mini-escuelas para que los niños puedan continuar aprendiendo y, sobre todo, relacionándose con otros niños de su edad, bajo la premisa de que "los niños necesitan relacionarse para crecer equilibrados emocionalmente" y dando las clases, siempre que sea posible, al aire libre.