Cardenal Cobo: "¡Claro que hay presiones externas para condicionar el cónclave!

El cardenal andaluz, arzobispo de Madrid, se despide del mundo exterior con una entrevista celebrada con el Grupo Joly hora y media antes del ingreso en Santa Marta. "Un cónclave largo no sería signo de división, sino de búsqueda de una mayoría sólida"

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José Cobo, Cardenal Arzobispo de Madrid / Vídeo: Juan Carlos Muñoz

Queda solamente hora y media para el comienzo del ingreso en la Casa de Santa Marta. A las ocho de la tarde del martes deben estar todos los cardenales en el edificio diseñado por Juan Pablo II para blindar a los purpurados de las influencias del exterior. José Cobo, andaluz nacido en Sabiote, provincia de Jaén, es uno de los cardenales más jóvenes. Tiene 59 años. Fue una de las apuestas más sólidas del Papa Francisco, que el mismo año y con una diferencia de meses lo elevó a arzobispo nada menos que de Madrid y lo creó cardenal. El cardenal nos recibe en los salones anexos a la Iglesia de Montserrat y Santiago de los Españoles, el templo que tiene asignado en Roma y en el que sucedió al recordado cardenal Amigo. En esta Iglesia Nacional de España están enterrados nuestros dos papas: los valencianos Calixto III y Alejandro VI. Contemplamos durante unos minutos la lápida funeraria de Bernini. Paseamos por las estancias como si no hubiera prisas. Al cardenal Cobo se le nota un nervio de entusiasmo que procura combatir con serenidad, viene del Colegio Español y no quiere desatender la petición de entrevista del Grupo Joly, que además cuenta con periódico en su Jaén natal. Queda muy poco tiempo para vivir la experiencia única de participar en un cónclave. No hay mucho tiempo para la conversación, pero las formas y las atenciones del cardenal Cobo son exquisitas. Quiere atender, quiere hablar y quiere dejar clara su amabilidad. Esto es, su forma de ser.

-¿Qué impresión tiene de estos días de congregaciones generales en las que se ha transmitido una intensidad que no recordamos en los días previos al cónclave de 2013?

-Tenemos una suerte. Y es que este cónclave es de los más universales. Ha venido gente de muchas sensibilidades, se ha podido hablar con gente de todos los rincones del mundo. Y todo eso aporta mucho, el subrayado de cada lugar, de cada sensibilidad... Al final queda un mapa de la universalidad de la Iglesia. Y también de la pluralidad de la Iglesia. Lo interesante y lo gozoso es que, efectivamente, cada uno pueda expresar lo que quiera, que cada uno exprese cómo ve los retos del futuro.

El cardenal Cobo con la lápida funeraria de los papas españoles: Calixto III y Alejandro VI
El cardenal Cobo con la lápida funeraria de los papas españoles: Calixto III y Alejandro VI / Juan Carlos Muñoz

-¿Es deseable un cónclave corto para generar una imagen de unidad?

-¡No, no! Lo corto o largo no es tanto por la unidad o la división. La clave está en la búsqueda de mayorías fuertes en la elección de un nuevo Papa. Este cónclave no viene de grandes bloques, sino de una diversidad y de una riqueza de rincones de toda la Iglesia. Cuando se busca una mayoría tan fuerte como la que se busca en un cónclave no ocurre como en un Parlamento donde cada uno vota a su partido. Aquí es al contrario, se buscan mayorías que aglutinen. Por eso el que sea más largo no quiere decir que haya división, sin que se van conformando las mayorías dentro de la diversidad.

-En un mundo con guerras hasta en Europa en pleno siglo XXI, ¿qué mensaje de esperanza puede dar la Iglesia?

-La Iglesia sigue siendo un referente ético en medio del mundo. Y así lo ha sido en el papado de Francisco. Hay gente que se hace a veces las preguntas que no se tiene que hacer, o sencillamente no encuentra soluciones, y de repente aparece la Iglesia como un lugar donde se dan respuestas y se acompañar a la gente. Creo que así se ha visto. La Iglesia puede dar esperanza a un mundo con muchas guerras y dificultades. Y en estos momentos a la gente le sigue interesando o sigue viendo a la Iglesia como un referente.

/ Juan Carlos Muñoz

-¿Existen presiones externas sobre los cardenales?

-¡Sí, claro, es evidente! Empezando por la prensa, que cada uno hace la quiniela que le interesa... Pero eso ha sido siempre así en la historia de la Iglesia. Cualquiera quiere hacer un relato de lo que pasa en la Iglesia. Y es su relato. Son sus candidatos. ¡Todo el mundo quiere presionar! En el cónclave hay desde el inicio un principio de libertad. Todo el mundo debe decir lo que piensa y debe ser libre. Y nos daremos y daremos a la Iglesia el Papa que Dios quiera, no el que quieran las presiones del exterior.

-¿De quién se acuerda en estos momentos? Porque es seguro que estas horas no las olvidará en su vida.

-Rezamos mucho por la Iglesia. De la Iglesia en general. Me acuerdo del Papa Francisco, ¡cómo no! Le pedimos que nos ayude. Me acuerdo de mi diócesis, que es la de Madrid, que está esperando el cónclave y de la que me llegan muchos mensajes. Y me acuerdo de mi familia y de la gente de mi pueblo de Sabiote, de Jaén. Gente que está a mi alrededor y que está apoyando y empujando para que todo salga bien.

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