La frecuencia cardíaca es algo que preocupa a muchos, pero a la hora de medirla hay que tener en cuenta diferentes variables como: la edad, los niveles de condición física y de actividad, ser fumador o no, padecer enfermedades cardiovasculares, colesterol alto o diabetes, la temperatura del aire, la posición del cuerpo, ya sea de pie o acostado, las emociones que se experimentan en el momento, el tamaño del cuerpo y los medicamentos que se han ingerido. 

Teniendo en cuenta todas estas variables, la frecuencia cardíaca se encarga de indicar la cantidad de veces que el corazón late por minuto y valor normal en un adulto varía entre 60 y 100 latidos por minuto. Pero siempre puede estar alterada por alguno de los factores que se han expuesto anteriormente. La frecuencia cardíaca ideal en reposo en función de la edad es: 

• Hasta los 2 años de edad: lo ideal es tener de 120 a 140 pulsaciones por minuto. 
• Entre los 8 y los 17 años: las pulsaciones por minuto bajan entre 80 y 100. 
• Un adulto sedentario: posee entre 70 y 80 pulsaciones por minuto. 
• Adulto que practica actividad física y adultos mayores de 65 años: las pulsaciones normales corresponderían entre 50 y 60 por minuto. 

Cómo medir la frecuencia cardíaca

Para medir esta frecuencia se puede colocar el dedo índice y el dedo corazón en la parte lateral del cuello para sentir los latidos y contar cuántas pulsaciones se dan durante un minuto. Otra forma de hacerlo es contando los latidos hasta 15 segundos y multiplicar el resultado que obtengas por 4. 

Pero la forma más fiable de hacerlo es usar un pequeño aparato llamado medidor de frecuencia cardíaca, que se coloca en el dedo. Otra opción es usar un pulsómetro, que se trata de una pulsera que se utiliza especialmente por deportistas. 

Estos utensilios para medir la frecuencia cardíaca son muy utilizados por médicos o personas que practican deporte, ya que son muy útiles para tener controlada la salud de su corazón. 

¿Cómo se alteran las pulsaciones? 

En muchas ocasiones sentimos como el corazón aumenta notablemente sus pulsaciones por minuto. Pero es importante subrayar que no en todos los casos el aumento de los latidos cardíacos son causados por algún síntoma preocupante. Cuando el corazón aumenta sus latidos de forma natural puede ser por: 

• Experimentar emociones fuertes como tener ataques de pánico o de ansiedad
• Mantener relaciones sexuales
• Practicar ejercicio físico
• Ingerir medicamentos, grandes cantidades de alcohol o cafeína
• Padecer alguna enfermedad cardíaca
• Tener fiebre

Si la presión se eleva por encima de 140x90 mmHg estamos experimentado una taquicardia y hay que alarmarse ya que existe un riesgo real de infarto. 

En cambio, también se puede dar la situación de que las pulsaciones se encuentren por debajo de los 60 latidos por minuto. Esto se puede dar debido a la vejez. Pero hay que observarlo ya que puede indicar problemas cardíacos como bloqueo cardíaco o disfunción del nódulo sinusal. 

En el caso de que se pretenda normalizar la frecuencia cardíaca hay que: 

• Mantenerse en pie y agacharse un poco apoyando las menos en las piernas y toser con fuerza 5 veces seguidas. 
• Respirar profundo y soltar el aire lentamente por la boca. 
• Contar de 20 a 0 con la intención de calmarse. 

La salud del corazón es muy importante, por ello hay que saber cuántas son las pulsaciones que se poseen en situaciones de estrés.