Celebramos como cada 22 de marzo, el Día Mundial del Agua que este año reunirá a todos los regantes de nuestra provincia en la localidad de Adra. Mantenemos nuestro lema ‘El Agua es Vida, Cuídala’ y sumamos el que ha escogido este año la Organización de las Naciones Unidas, ONU, que es ‘Agua para la Paz’.

Cambiamos de año, pero seguimos teniendo muchos retos pendientes. Algunos desde hace décadas, a los que hemos unido las carencias actuales, con un panorama muy negro en cuanto a la sequía endémica que sufre la provincia de Almería y que ahondan en la necesidad de solventar cuanto antes el déficit hídrico.

Siempre hemos defendido la llegada de agua, vital para la vida y para todos los que nos reunimos en organizaciones de regantes, desde todas sus procedencias. Y seguimos trabajando en la recuperación de nuestros acuíferos, un ejemplo claro, en la zona del Poniente en la que este año celebramos el Día Mundial del Agua.

Hemos avanzado en muchas de nuestras reivindicaciones. El agua depurada o regenerada va llegando a nuestros campos, una realidad que beneficia a diferentes municipios de nuestra provincia. La situación, como suele pasar habitualmente, es diferente en nuestra Almería.

Cooperar, un asunto de todos

La cooperación en materia de agua desencadena un efecto en cascada positivo. Les explico, esa cooperación entre cuencas, autonomías, provincias o sencillamente, masas de agua generan un efecto positivo para toda la sociedad.

Sabemos que en Almería las masas de agua que tenemos se encuentran en claro riesgo por su mal estado. Por eso, hay que tomar medidas. Unas medidas que serán mucho más efectivas si se produce esa cooperación entre los usuarios que se nutren de la misma masa de agua o de otras diferentes. Por ello, es vital el trabajo que hacemos desde las Juntas Centrales de Usuarios donde debemos de coordinar y dar preferencia a los recursos alternativos a las aguas subterráneas.

Sirva como ejemplo la gestión que se está haciendo desde la Junta Central de Usuarios del Poniente cuya desaladora, de la que se nutre, está funcionando al 100% desde el primer minuto y, además, se está dando prioridad a ese recurso y al agua del Pantano de Beninar para poder ir cerrando los pozos necesarios cuando ésta es la mejor medida para su regeneración.

La comarca del Poniente, sigue mejorando el estado de la masa de agua de sus acuíferos. El acuífero inferior, aún parcialmente en buen estado, con el acuífero superior rebosando el agua por las cañadas de Ugíjar y Balsa del Sapo, con la desaladora del Poniente al 100%, con las aguas de la EDAR de Roquetas de Mar y El Ejido que próximamente estarán ya a disposición de la Junta Central de Usuarios…

Sin embargo, en el Bajo Andarax seguimos sin contar con una Junta Central de Usuarios y disponemos como aguas alternativas del acuífero, las aguas regeneradas. Pero existe el problema de que a los usuarios de los pozos no se les puede obligar a coger aguas regeneradas y ya saben qué ocurre los meses de menos necesidades hídricas para el riego. No se usa todo el agua y mientras está lleno, el agua regenerada se tira al mar mientras hay otros usuarios extrayendo agua del acuífero que está así en riesgo.

Por tanto, está claro que desde las Juntas Centrales de Usuarios podemos ordenar los distintos recursos usando primero aguas desaladas, regeneradas, pantanos y como último recurso del acuífero, teniendo siempre la precaución de extraer del acuífero menos cantidad que la recarga natural.

En Adra, municipio que nos acoge este año, los representantes de la Junta Central de Usuarios siguen trabajando para solucionar la falta de agua y la calidad de la misma.

En Níjar es necesario constituir también la Junta Central de Usuarios para poder regular las aguas alternativas y poder recuperar la masa de agua. Con las ampliaciones necesarias de Carboneras y la conexión de la desaladora Mar de Alborán, de gestión privada como todos saben, a los campos de la Comarca.

El Levante-Almanzora. Donde la situación es muy, muy preocupante. Hace años, los trasvases eran la fuente de llegada de agua. Ahora el Tajo-Segura recortado desde hace unos años amenaza con finiquitarse en un par de años si nadie lo remedia. Al igual que con el trasvase desde el Negratín, una apuesta fuerte de la comarca del Almanzora con la falta de lluvias en los últimos años y que sus mínimos históricos hacen que se corte el suministro hasta nuestra provincia. Nuestros compañeros invirtieron en cientos de hectáreas en los arrozales de Sevilla para pasar los derechos del agua a la comarca, pero no nos ha permitido transvasar agua de una forma regular. Allí está también la que los regantes del Almanzora han denominado ‘la desaladora de la vergüenza’.

Esa desaladora de Villaricos para complementar los recursos y poder recuperar la masa de agua que está en muy mal estado y que al mes de empezar a funcionar, la riada de septiembre de 2012 la inutilizó y doce años después sigue sin funcionar...

Ya saben que el déficit hídrico en la provincia está cifrado en unos 300 hm3. Una cifra en la que todos, todos juntos, debemos trabajar para rebajarla. Más vale pronto que tarde.