Inclusión
  • El centro especial de empleo lleva más de 25 años limpiando el campus de La Cañada

  • La plantilla, formada por un centenar de personas con discapacidad, trabaja en tres turnos, día y noche

Verdiblanca, un equipo esencial para la Universidad de Almería

Trabajadores de Verdiblanca en el campus de la UAL. Trabajadores de Verdiblanca en el campus de la UAL.

Trabajadores de Verdiblanca en el campus de la UAL. / Rafa González

A cualquier hora y en cualquier rincón de la Universidad de Almería siempre hay una persona con un uniforme verde y blanco trabajando para que el campus luzca limpio. Con una mopa en las manos, una bayeta o una pulidora, hay una plantilla de unas cien personas que velan por la limpieza de aulas, despachos, biblioteca, instalaciones y calles. Son los trabajadores de Verdiblanca, una institución que lleva más de 25 años en la universidad y cuya labor, muchas veces invisible, es completamente esencial para el funcionamiento diario de la institución.

Antonio Sánchez de Amo, presidente de la Asociación de Personas con Discapacidad Verdiblanca, destaca la labor social que realiza la Universidad de Almería, ya que “ahora mismo es la única universidad española que tiene a un centro especial de empleo limpiando su campus”. Desde hace más de dos décadas los distintos equipos de gobierno de la UAL “han apostado por poner esta importantísimo servicio en manos de personas con discapacidad”, señala. No obstante, para ello han tenido que ganar los correspondientes concursos públicos, gracias a “unos precios muy competitivos, pues nuestro fin no es el lucro empresarial, sino que nuestra misión es darle trabajo a personas con discapacidad”, explica Sánchez de Amo.

El crecimiento de Verdiblanca en la universidad ha ido en consonancia con el del propio campus. Han pasado de apenas una docena de limpiadoras al principio a ser un centenar de personas en la actualidad, repartidas por los diferentes edificios del campus. Tanto es así que se trabaja en tres turnos diferentes —mañana, tarde y noche— para adaptarse a las necesidades de la universidad y poder tener limpias todas las instalaciones aprovechando la ausencia de alumnado o del personal.

Verdiblanca limpia a diario todas las instalaciones de la UAL. Verdiblanca limpia a diario todas las instalaciones de la UAL.

Verdiblanca limpia a diario todas las instalaciones de la UAL. / Rafa González

El trabajo en un lugar como la universidad es muy cambiante, pues hay que adaptarse continuamente a las necesidades que van surgiendo. Por eso hay una persona coordinadora que es el enlace con la Universidad y tres encargados de la empresa que coordinan las diferentes labores. “Hay mucha variedad de tareas, desde la limpieza de aulas, las calles, las instalaciones deportivas, laboratorios...”, explica el presidente de Verdiblanca. Por ejemplo, en la biblioteca la afluencia de gente es permanente, por lo que hay que estar limpiando baños y reponiendo papel higiénico durante todo el día. El rectorado, es la imagen que la Universidad da hacia el exterior, por lo que también es primordial que siempre luzca en perfectas condiciones. “Los visitantes no solo se maravillan del campus por su ubicación al lado de la playa y la calidad de sus instalaciones, sino también por lo limpio que está todo”, asegura Sánchez de Amo.

Otra de sus labores es la de concienciación. Realizan campañas de sensibilización para que la comunidad universitaria respete y cuide su entorno. Hay que recordar que en el campus ‘viven’ más de 15.000 personas cada día. “La comunidad universitaria esté concienciada en no ensuciar (por cuestión de conciencia y porque cuanto menos ensucies, más limpio estará todo) y en la importancia del reciclaje de plástico, papel y residuos para compostaje”, cuenta el presidente de Verdiblanca. Por ello, realizan la retirada selectiva de los residuos y después, siguiendo protocolos de calidad medioambiental, los llevan a los destinos habilitados en Almería para ello. Desde hace décadas cuentan con los sellos de calidad ambiental ISO 9001 e ISO 14001.

Otro de los trabajadores de Verdiblanca. Otro de los trabajadores de Verdiblanca.

Otro de los trabajadores de Verdiblanca. / Rafa González

Un aula y un laboratorio son muy diferentes a la hora de la limpieza. Hay algunos utensilios que son delicados y precisan de un manejo cuidadoso. Por eso, la plantilla de Verdiblanca está compuesta por personal cualificado. “Todos los años realizamos cursos de formación interna para trabajadores y trabajadoras de nuestra empresa, con objeto de ampliar conocimientos entre la plantilla en materias afines a los servicios que realizamos”, explican. Además de una amplia plantilla, cuentan con maquinaria dedicada en exclusiva a la universidad, como barredoras, un camión grúa, andamios, herramientas adaptadas a las necesidades especiales de cada discapacidad...

Además, tienen con un Servicio de Orientación Laboral con más de 200 demandantes de empleo con discapacidad, la mayoría sin cualificación. “Los formamos, sobre todo en limpieza, y realizan las prácticas con la Universidad, por lo que les estamos muy agradecidos”, cuenta el presidente de Verdiblanca. Así, ese alumnado que hace prácticas tienen la opción de trabajar luego allí en el campus.

Toñi Castro lleva 15 años trabajando en la UAL. Toñi Castro lleva 15 años trabajando en la UAL.

Toñi Castro lleva 15 años trabajando en la UAL. / Rafa González

La limpieza de la Universidad de Almería es uno de los destinos preferidos de los trabajadores de Verdiblanca. “Llevo unos 15 años limpiando aquí y estoy muy a gusto. Se trabaja mucho, por supuesto, pero me gusta”, cuenta Toñi Castro. Tiene una discapacidad intelectual que le limita para hacer algunos movimientos. “Desde que me operé estoy trabajando con Verdiblanca”, cuenta.

Mario Rueda lleva solo unos meses en el campo de fútbol del campus. Allí limpia los vestuarios y zonas comunes, todas las mañana de las 8:00 a las 12:00 hrs. Tiene 31 años y una discapacidad intelectual y psíquica. “Gracias a la oportunidad de Verdiblanca me siento realizado”, explica. Ha trabajado también en almacenes de agricultura y en otras empresas de limpieza, “pero aquí es donde estoy mejor”, admite.

Una gran labor de integración

El papel que juega la Universidad de Almería y Verdiblanca en la integración de las personas con discapacidad es clave para que puedan tener una vida de inclusión plena. “Nuestros trabajadores muchas veces son invisibles, a pesar de que hacen una función muy importante”, dice el presidente. “Me gustaría que se reconociera ese papel que hacen; los que van vestidos de verde y blanco son personas con discapacidad que hacen un gran esfuerzo para ir a trabajar cada día y para demostrar que son capaces de hacer cosas y que tienen las mismas necesidades que otras familias para ganarse un sueldo”.

Mario Rueda lleva solo unos meses en el campo de fútbol de la UAL. Mario Rueda lleva solo unos meses en el campo de fútbol de la UAL.

Mario Rueda lleva solo unos meses en el campo de fútbol de la UAL. / Rafa González

Todos ellos tienen discapacidades de distinto tipo, aunque muchas de ellas pasen desapercibidas a simple vista. “Tenemos muchas personas con problemas auditivos y por ello nos han pedido que le demos clases de lengua de signos para poder comunicarse con sus compañeros”, explican. También los hay con discapacidades orgánicas o provocadas por enfermedades como el cáncer.

La Universidad de Almería es “la joya de la corona” de Verdiblanca, que da servicio a más de 70 clientes en toda Andalucía en más de 200 centros de trabajo. Hasta el campus van cada día trabajadores de la capital y diferentes municipios cercanos: Aguadulce, Huércal, Viator… Todos ellos, los que visten de verde y blanco, son una parte elemental dentro de la Universidad de Almería y más en estos tiempos de pandemia donde “mantener los espacios limpios permite también evitar contagios”. Por eso, merecen un reconocimiento, porque los limpiadores y limpiadoras de Verdiblanca siempre han estado al pie del cañón, también durante los momentos más duros de la crisis del coronavirus.

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