Opinión

El valor de lo nuestro

  • Andalucía y Murcia han sido capaces de convertirse en la despensa de Europa por méritos propios y por la capacidad permanente de innovar

Recogida de cerezas.

Recogida de cerezas. / Rafael González

“El campo es una de las pocas oportunidades que aún restan para huir” (Miguel Delibes)

"La primera y más respetable de las artes es la agricultura”. La frase de Jean Jacques Rousseau me permite resumir lo que pretendemos este año con el Anuario Agricultura&Alimentación, que hemos llamado “El valor de los nuestro”. En demasiadas ocasiones, más de las que quisiéramos, creemos, pensamos, que aquello de lo que disponen los demás está por encima de lo propio. Y no es cierto.

Andalucía y Murcia han sido capaces de convertirse en la despensa de Europa por méritos propios y por la capacidad permanente de innovar, de avanzar en nuevos modelos más sostenibles y capaces de generar valor añadido. Allí donde los demás han visto aridez, tierras baldías, desierto, los agricultores de la Región de Murcia y Andalucía han sido capaces de extraer recursos, otrora impensables y hoy la envidia, si me permiten el término, de muchos de nuestros compatriotas.

Pero de forma paralela hemos sido capaces de provocar la admiración de todos cuantos ven a ambas regiones como sinónimo de éxito, de desarrollo, de sostenibilidad y, porqué no decirlo, de respeto al entorno y al medio ambiente, a la vez que crecemos en producción y en fórmulas para seguir avanzando en darle valor a lo nuestro.+

¿Qué entiendo por valuar lo nuestro?

Sencillo. Ser capaces de mirar al frente, a los que nos admiran y a nuestros detractores y explicar lo que hacemos en nuestros campos, cómo lo hemos conseguido y nuestra capacidad de generar riqueza muchas veces en suelos yelmos y vacíos, y convertirnos por méritos propios en la despensa de Europa, en la huerta capaz de alimentar de hortalizas, frutas y verduras a 500 millones de habitantes, casi sin pestañear.

Esta puede ser una afirmación exagerada, sin duda, porque detrás está el trabajo, el ingente trabajo de miles de agricultores y agricultoras, empresarios y gentes del campo, capacitadas, que han sabido adaptarse a los tiempos, en la misma medida que un camaleón cambia de color para despistar a su captor.

Esta es la reivindicación, el objetivo, que este año quiere visibilizar el Anuario de Agricultura y Alimentación que el Grupo Joly y sus nueve cabeceras. Pretendemos situar en su justa medida, sin jactancia, pero sí con convicción, de lo que dos comunidades, las más al sur de Europa, han conseguido, han alcanzado, han logrado con el trabajo de miles de manos curtidas por la tierra y quemadas por el sol.

Necesitamos la ayuda de todos, de las administraciones, desde el pequeño ayuntamiento a los gobiernos regionales, nacional y europeo. Pero más que eso, guarden este dato, buscamos que las trabas sean las justas y nos dejen trabajar. La alta capacitación alcanzada por aquellos que laboran la tierra, los que recogen el fruto en cooperativas, alhóndigas, sociedades agrarias y todo el abanico de producción, comercialización y gestión, permiten cada día sumar y sumar camiones cargados con lo mejor de nosotros hacia los mercados europeos. Y esto hay que ponerlo en valor, el valor de lo nuestro.

El sector primario, agricultores, pescadores, ganaderos, aquello que conocemos como agro alimentación, nos han dado una lección de vida en este tiempo de pandemia y también queremos reconocérselo. No sólo han logrado con su trabajo y esfuerzo mantener abastecidas las estanterías de los supermercados, sino que no les ha temblado el pulso para desafiar al virus, en los momentos en los que no conocíamos casi nada de él, para arremangarse y salir a cultivar, pastorear y pescar, para que la cadena alimentaria en ningún momento quedase desabastecida.

Hoy, casi tres años después de que conociéramos el primer caso de coronavirus y bajada la montaña de dolor que ha supuesto para muchos la enfermedad, el Grupo Joly confirma mantiene su homenaje y su reconocimiento a aquellos que no miran para otro lado y que siguen ahí, al pie del cañón cada día. Cada uno desde su puesto, en el perfecto engranaje que permite cada jornada que Andalucía y Murcia sigan siendo el mercado de Europa, las regiones de este país que han sabido adaptar todos sus protocolos para que la industria agroalimentaria ocupe un lugar destacado en el mercado internacional y el protagonismo que merece.

Aunque no siempre reconocidos, y con precios muchas veces por debajo del coste de producción, los hombres y mujeres de Andalucía y la Región de Murcia que se dedican al noble oficio de la agricultura, la pesca o la ganadería, o los camioneros que transportan los productos desde esta comunidad hacia la UE, consiguen cada hora superar trabas y dificultades y poner en los lineales de los supermercados del continente lo mejor de nosotros.

Son los mismos que a lo largo de los últimos cien años han sido capaces no sólo de mantener sus tierras productivas, sino que han sabido aplicar las nuevas tecnologías para convertir su modo de vida en una industria generadora de empleo y riqueza. Son ellos los que tienen la capacidad de producción para ayudar a alimentar a una sociedad cada vez más numerosa, que busca una dieta equilibrada y saludable, en la que destaquen el consumo de grupos de alimentos como frutas y verduras y, por extensión, de los esfuerzos para recomendar una adecuada proporción de nutrientes que puedan asegurar una mejor calidad de vida y una óptima seguridad de los alimentos que se consumen.

Una generación preparada, con mentalidad empresarial, sabedores de que la tecnología aplicada al campo significa romper con los moldes establecidos. Un paso hacia el frente hacia un desarrollo agrícola moderno, aunque sin perder las señas de identidad, los secretos y los pequeños detalles de aquellos que los han precedido: padres, abuelos o bisabuelos, que plantaron la semilla de lo que hoy es, en Andalucía o en la Región de Murcia un sector pujante, moderno y sostenible, capaz de alimentar a Europa.

El segundo elemento que hace esta edición del Anuario de Agricultura diferente es que sumamos la Región de Murcia a nuestro proyecto. Ese carácter sólo lo puede hacer un grupo de comunicación, como el Grupo Joly, arraigado y con proyección nacional, con periódicos y periodistas conocedores de la agricultura de ambas regiones, que ya son la alacena de todo un continente.

Para nosotros es un reto importante, ya que buscamos ofrecer un producto que sea un manual de consulta para quienes aman la agricultura, para los que viven de ella y para las miles de empresas, cada una en su campo, que se asoman cada día a los cultivos, al desarrollo de nuevos productos, a la innovación, a la exportación y a la apertura de nuevos mercados.

El tercer elemento que quiero destacar es el de la fortaleza de las exportaciones agroalimentarias de Andalucía y Murcia, superando en lo que llevamos de año los 8.000 millones de euros en, uno de los mejores registros históricos para el período enero-octubre desde que existen datos homologables (1995), gracias a un crecimiento interanual superior al 8%. Así lo reflejan las cifras aportadas por la Agencia de Exportación e Inversión Extranjera.

Necesitamos la ayuda de todos, de las administraciones, desde el pequeño ayuntamiento a los gobiernos regionales, nacional y europeo

Se trata de un sector estratégico, que en lo que va de año ha aportado más de 4.000 millones de euros de saldo positivo con el exterior a la economías andaluza y murciana. Este importante incremento es debido al impulso del tejido empresarial de la agroindustria de ambas regiones, que se fortalece creciendo no sólo en sus ventas, sino también con un fuerte aumento de las exportaciones. Estos datos convierten a Andalucía y Murcia en las responsables de uno de cada cinco euros que España exporta en alimentación y bebidas. Un dato a tener en cuenta.

El producto que usted tiene en sus manos, por tanto, es una recopilación de lo que es el presente y el futuro agrícola de Andalucía y de la Región de Murcia. En él encontrarán, además de un análisis pormenorizado de la importancia del consumo de hortalizas y frutas para mejorar la salud, todos los datos de la última campaña, los pueblos que son líderes con productos que los diferencian de otros, la agricultura de interior, los cultivos bajo plástico, las cooperativas, las alhóndigas, las opiniones de los protagonistas, la agricultura ecológica, los innovadores, la lucha biológica, los almacenes, la distribución... Un sector capaz de mover a toda Andalucía, en constante evolución, innovador y en pleno proceso de renovación. Una generación de luchadores para una agricultura compatible con el medio ambiente, altamente cualificada y en la vanguardia tecnológica, capaz de sobreponerse a todas las dificultades, que no son pocas. Incluso a las sobrevenidas, como el coronavirus. Pero saldremos reforzados.

Y es que hay que avanzar, esa es nuestra pretensión, en la consolidación de la imagen de ambas regiones. Alejar en la medida de lo posible a aquellos que buscan horadar con mensajes casi siempre interesados y de parte, el trabajo de un sector como el agroalimentario hecho a si mismo, labrado con el esfuerzo y el sudor de miles de manos, capaces de extraer el máximo valor añadido a una tierra exigente siempre, pero noble si se la mima con la experiencia y el buen hacer de quienes la trabajan.

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