En el evento en el que mostró la serie iPhone 13 y los nuevos iPad, Apple dedicó unos minutos a presentar la nueva edición de su exitoso reloj inteligente, el Apple Watch Series 7, con una rediseñada (y un 20% mayor, porque se han reducido los marcos) pantalla Retina Always-On.

Esa mayor pantalla, según la firma californiana, no afecta a la duración de la batería, que se mantiene con respecto a ediciones anteriores (sí se ha mejorado un 33% la carga rápida).

Junto a la pantalla, también se ha renovado la carcasa en la que va inserto el reloj, que es ahora también más estilizada, con esquinas más redondeadas y un borde que hace que lo que se muestra en pantalla enlace mejor con la curvatura de la caja.

Con cinco acabados de aluminio para la caja y nuevos colores para las pulseras, Apple ha dotado a esta serie de un cristal frontal aún más resistente que su antecesor. Este modelo es el primero de la marca con certificación IP6X contra el polvo y repite la resistencia al agua WR50.

Por lo que se refiere a los sensores relacionados con la salud, no hay grandes novedades: se mantienen funciones ya conocidas como el electrocardiograma o el oxígeno en sangre. Se actualiza y mejora el sensor de detección de caídas que la compañía lanzó en 2018.

El reloj (disponible este otoño en versiones de 41 y 45 milímetros), estrena sistema operativo, watchOS 8, con carátulas diseñadas específicamente para esta pantalla (Contour y Modular) y mejoras en otras ya conocidas, como la clásica hora mundial o retratos.

Nueva es también la aplicación Mindfulness, la función de registro de la respiración mientras dormimos o el añadido del Tai Chi y el Pilates a los modos de entrenamiento, entre otras mejoras en aplicaciones (Wallet, Home, Photos, Messages…). En ese listado de modos de entrenamiento, por cierto, Apple avanza mejoras para los ciclistas (de exterior).